Soliloquio

De plano que soy medio loco, eso ya lo sé.  Me declaro loco.

Hay varios tipos de personas que me conocen: con quienes estudio, en mi familia, los que saben de mi lado espiritual, mi lado profesional, mi lado amigable, mi lado romántico.

Pero ninguno de ellos se parece a mí.  De hecho tengo recurrentes discusiones con todos ellos. Con el que ama, con el que no sabe amar, con el que es malo, con el que es muy dulce,con el romántico, con el periodista que todo lo critica y analiza, con el estudiante, con el haragán.

Es difícil comulgar con uno mismo; generalmente regaño a alguno de los yoes.

Tengo un yo apasionado, pero tengo un yo insensible.

Tengo un yo rebelde, pero un yo sumiso.

Tengo un yo poético, romántico; y también un yo frío, desagradable y demás.

No sé.

Desconozco quién soy ni nada de eso.

Hoy viernes.

Mañana sábado.

La vida es algo gracioso también, aunque pronto acabará.

Les diré que dormir al lado de una mujer siempre dispuesta a hacer el amor, que no tiene ropa, que ama el sexo contigo, es una experiencia soliloquia.