domingo, 10 de julio de 2011

La vida tiene misterios, misterios que no siempre comprendemos.

Personalmente hoy no sé qué pensar o qué decidir pensar.  No sé si cupido se equivoca, si flecha a diestra y siniestra, sin importarle si nos afecta.  Pensándolo bien qué estupidez eso de cupido.

Pero quizás algo de eso se trata el amor y la libertad.  No hablo de falta de compromiso; hablo de amar y ser libre para hacerlo.  De estar con alguien porque queremos o de no estar.  Pienso que la vida es y pronto ya no será.

Comprendo mejor cada vez que esto se trata de hacer aquello que deseamos, con los cánones que cada uno decide definir.  Unos se rigen de acuerdo a lo que "sienten", otros a un asunto más bíblico, algunos más a algo meramente moral.  Y el tema es que no te digan cómo vivir la vida pero que tampoco te equivoques en la elección y acabes destruyéndote por "probar" de todo.

La experiencia de la vida no tiene relación con los malos hábitos (aunque está claro que es discutible qué es bueno y qué es malo) ni tampoco con la autodestrucción de la vida.  No jodas y que no te jodan.

El amor en esencia es esa libertad de amar.  Es sentir la necesidad de alguien, querer besarle y no estar obligado u obligada a hacerlo.  Amar es desear verle y no tener la obligación de hacerlo.  Amar es esa cosa que pasa cuando extrañas a alguien y sólo quieres que esté ahí, su sola presencia te calma, te hace sentir mejor, te hace sonreír, te hace que cada actividad que realices te salga de la mejor forma sólo porque esa persona está ahí.

La libertad no duele, la libertad simplemente libera y nos hace auténticos.  Sé libre.  Vístete como te gusta aunque a los demás no les guste, habla como quieras, besa a quien te gusta (pero asegúrate de que la otra persona comparta la idea), baila bajo la lluvia sólo porque te gusta hacerlo, repite el beso si te gustó y escribe un poema para dedicárselo al ser que amas, al ser extraordinario.

Enamórate de una vez por todas.

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