viernes, 13 de mayo de 2011

Reflexión postvacacional

Esta semana estuve recorriendo la parte norte de Guatemala.

Visité algunos lugares exquisitos, como la isla de Livingston en Izabal, donde vive la cultura garífuna; estuve en el Parque Nacional Tikal, en Petén.  Pero a lo largo de esos días, frente a paisajes majestuosos, uno tiene la oportunidad de pensar, reflexionar y alejarse de la rutina, claro está.

Uno comprende alejado de la gran ciudad que las cosas son sencillas y nunca pudieron serlo tanto.  Uno reflexiona acerca de lo sencillo que es vivir, es sólo eso.  Si alguien tiene aire en los pulmones, hace lo que ama, vive con quien ama, tiene una casa, energía eléctrica (por las comodidades que eso implica), alimento, agua, debería ser feliz.  A veces nosotros nos esclavizamos porque queremos la ropa de moda, los zapatos que "nos gustan" (en realidad sólo respondemos a un estímulo publicitario, a una comunicación hipodérmica), la televisión de más alta tecnología y nos olvidamos de lo básico que es vivir, compartir con personas que amamos, reír más y soñar menos aquello que nos han dicho que soñemos.

El sueño americano es una utopía, una estupidez.  Se confunde el desarrollo y el bienestar con la acumulación de bienes materiales que en nada saca provecho uno.

Así es esto.

Dicho sea de paso; he decidido, oficialmente, dejado de luchar por razones equivocadas.  La vida es sencilla y nunca pudo serlo tanto.  

Eso de andar "conquistando" gente, no se me da.  Yo soy así como soy porque es el resultado de mi formación y mis creencias.  Pero ya no haré nada más.  No me siento bien yendo tras esperanzas de encontrar algo diferente; uno no puede hacer que la gente cambie.  Uno no debe procurar que la gente sea distinta, debe aceptarla e inspirarla, sin mediar palabra ni nada, a ser mejor.

Y yo he comprendido eso; debemos aprender a no ser necios.  Debemos madurar, crecer, comprender que a veces las personas nos atraen por lo que se ve, pero no nos atrae lo que son.  Y el tema de la no atracción, no es tan grave.  Es sólo una situación, en todo caso, siempre queda la amistad.

Las cosas sencillas de la vida, como el amor, deben disfrutarse con la naturalidad del caso.


Éste, mis queridos y queridas, ha sido el fin de un capítulo.  Un capítulo que no calificaré de bueno o de malo, sólo diré que lo he finalizado, o que al menos intentaré acabar con él, todos tenemos nuestros días difíciles y los míos son insoportables.  Mejor me deshago de lo que no tengo.  Mejor me alejo de lo que está lejos.

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