jueves, 31 de marzo de 2011

Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!

Estoy cansado, sentado frente a la computadora, harto de verla.  Pero quise pasar por su blog, el de ustedes, el mío.

Pienso que la vida es especial.  Pienso en los amores clandestinos.  Aquellos primeros amores que tuviste a escondidas de todos, inclusive de tus mejores amigos, aquellos amores que no se dicen, sólo se saben, se sienten.

Por aquellos años adolescentes, donde juras que serías feliz el resto de tu vida con esa persona que no conoces.

Razonas casi nada y eres feliz así.

Ojalá la gente comprendiera la libertad del amor.  Ese amor que no censura, que no condena, que no atrapa, ese amor que no te hace poseer a nadie ni ser poseído por ninguna persona.

Amar es la libertad.

Es tener libertad de amar a cualquiera.  Es amar cuando quieras y dejar de amar si quieres.



Ya.


Hoy alguien me dijo que, como dice la canción, "no sabe si mañana nos amaremos o nos odiaremos".  Ella lo sabe, que se deje de cuentos.  No, la verdad es que no se sabe, la gente cambia, las personas están y luego dejan de estar.

Pensar menos (mentira).

Pensar más, disfrutar más. Dejar la cárcel del amor.  Añorar la libertad de poder amar a una persona, sin presiones, con el placer que provoca la mera gana de hacerlo.

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