domingo, 31 de octubre de 2010

Soliloquios de mi vida

23 veces son el promedio de veces que tengo que decirte algo para obtener respuesta de tu parte.

23 te amo.  No son razones ni excusas, quizás son argumentos.  O pensándolo bien, sólo es un manjar, algo dulce, una cosa que necesito sacar.

Te amo incansablemente y no sé si eso sea saludable, bueno, malo o regular.  Tal vez es nada más una condición con la que tengo que lidiar.

Dime qué hago cuando me desespero por amarte? pero también sé que me falta una parte de mí para llegar a ti.  No quiero dejar de amarte, quizás no sería mala idea, pero en realidad quiero amarte mucho, amarte más, amarte bien.  Tengo la - tonta - sensación de que necesitas que te ame.

No sé por qué he llegado a creer que tienes necesidad de mi amor.  Quizás es sólo una ilusión, un deseo, una cosa que no comprendo.

Te amo.  Me voy, me vengo.  Estira, encoge.  Piensa, razona.  En realidad escribo esto con una tremenda carcajada dibujada en el alma.  Y lo hago porque te amo, y te amo a pesar de que quizás  tenga ocasión de llegar a tu corazón.

Mi tiempo de amarte, todavía es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario