jueves, 19 de agosto de 2010

Ni siquiera fuiste capaz de pedirme que dejara de insistirte con lo mismo o de admitir que tal vez había una posibilidad conmigo.

Adiós. Haré mi mejor esfuerzo para no fastidiarte más. Agotaste mis ideas y no conseguí ni siquiera lograr hacer que me dijeras "vete" o "quédate", preferiste no cerrar la puerta porque "uno nunca sabe". Es injusto para mí esperar a ver si alguna vez te decides a sentir. Seguro tienes suficientes pretendientes que se encargarán de llenar mi ausencia. Que conste que nunca me rendí, lo intenté cada día, a toda hora, me esforcé cuanto pude pero tú nunca me diste la señal correcta, sólo fui parte del vaivén de tus emociones. Borrame de tu lista, no quiero ser uno más, quiero ser el único. Ahora sé por qué todos terminan alejándose de ti, apartándose y odiándote. Tu indecisión, tu independencia, sólo consigue aislarte y agudizar tu soledad. Créeme, te sentirás sola, triste y miserable.

Si te enamoras de mí, avísame, te estaré esperando. Te amo, siempre será así.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario