De cuando me extrañes

Acércate un poco más y siente esto: vas a extrañarme.

Extrañarás que alguien te diga que te ama todos los días, porque "necesita" hacerlo.

Extrañarás mis llamadas sin excusa razonable sólo porque quería escucharte.

Te va a hacer falta recibir un mensaje el lunes deseándote una buena semana.

Tu bandeja de entrada extrañará también mis e-mails; tan inspirados e inspiradores.

Extrañarás mis chistes, las ocurrencias tan geniales y mi creatividad divina.

Extrañarás que te vea fijamente, como queriendo decir "me gustas mucho".

Extrañarás la certeza de mis palabras cuando te digo que tarde o temprano terminarás enamorándote de mí.

Extrañarás mis abrazos.  Las sonrisas, todas las veces que reíste conmigo.

Extrañarás mi mirada; extrañarás que alguien, quien sea, en verdad muestre interés genuino por ti.

Extrañarás quién te aconseje; extrañarás las rosas que te di.  Extrañarás mis respuestas que casi siempre suenan inteligentes.

Mentira.  De seguro no me extrañarás.   Ni siquiera te darás cuenta de que ya me fui.  Tal vez no te percates de que poco a poco me alejaste de ti, me hiciste saber que no importara lo que hiciera, no importaban mis mejores esfuerzos, nada lograría conquistarte.  No bastó mis "te amos", no bastaron mis sonrisas, mi buen humor, no bastó intentar agradarte, no bastó mi genuino interés por tu bienestar.  Nada.  No fue suficiente mi amor.

No fue suficiente desear tu felicidad.

He descubierto que haga lo que haga, nada hará que te enamores de mí.

Me alejaste de ti.

Nunca me olvides.  

El amor nunca deja de ser, así que mi amor es para siempre.

Es cierto.  Yo veo en ti algo especial, algo que la mayoría no ve.  Te amo.  Y en caso, verdaderamente, de que tuviera la opción de no amarte, igual te amaría, eres transversal en mis días.

Mataste lo romántico que quedaba de mí.  Nunca más seré igual.  

¿Por qué no puedes amarme?, ¿por qué has amado a otros que bien sabes no te aman tanto como yo?