martes, 10 de agosto de 2010

A lo íntimo de los hombres

Trataré de hacer una especie de análisis de laboratorio, tal si fuéramos unas ratas, sobre los hombres.

Usualmente a nosotros nos da miedo comprometernos.  Pero más si se trata de una chica competente, exitosa, inteligente; es decir, si es superior a nosotros.

Eso, claro está, tiene un origen antropológico.  No estoy culpando a la antropología, estoy haciendo una referencia importante.  El machismo hispanoamericano se ve marcado.  Los hombres tenemos que ser, si o si, superiores a las mujeres, caso contrario la relación no funcionará.  Esa pareciera ser la premisa.

Particularmente siempre me "fijo" en mujeres que son superiores a mí, en algo o en muchas cosas.  Es que mi papá siempre me dijo que buscara quién fuera mejor que yo y que me olvidara del complejo de querer "rescatar" a una mujer.  Normalmente un hombre se fija en una mujer que tiene problemas en su familia o que la vida no la ha tratado tan bien como ella quisiera.  Ese complejo de querer se padre, que en psicología se trata de una de las "esquinas" del triángulo dramático, donde se quiere jugar a ser papá y ella, está jugando a ser hija, debido a que siempre quiso un papá.

Ya está comprobado que las  mujeres buscan a una pareja como su padre y los hombres a una pareja como su madre.  Esto es porque el ser humano tiene miedo a lo nuevo, y la primera muestra de amor del sexo opuesto que vio, fue precisamente esa.  Así que para no arriesgarse buscan algo parecido.  Esto es INCONSCIENTE, sin darse cuenta.  Esta es la razón de por qué una chica que tuvo un papá borracho, se casa con un esposo borracho.  Existen, como siempre, excepciones, a veces se aborrece tanto a la figura paterna, que la persona termina quedándose con alguien exactamente opuesto.

Siguiendo con los hombres.  Entonces, siempre buscamos acomodarnos a encontrar una chica que sea en algún momento inferior.  Y no porque en realidad lo sea, basta con que simplemente se sienta así.

El tema es que ahora con la revolución feminista y todo el asunto de la equidad de género (lo cual me parece excelente) las chicas de la nueva generación ya no son así.  De tal forma que estamos frente a un cambio antropológico que con el tiempo se irá perfeccionando.

Chicos.  Ellas no son nuestra competencia ni tampoco una extensión de la servidumbre.  Son las personas más maravillosas de esta tierra, a caso.  

Chicas.  Ustedes no son menos que los hombres, pero tampoco más.  Y NO ESTAMOS EN UNA COMPETENCIA.  Por cuestiones más divinas, un hombre será el líder, pero recuerden que detrás de un gran hombre, no hay una gran mujer; la mujer no está atrás, la mujer está a un lado.  Al lado de un gran hombre, siempre hay una gran mujer.  Sean grandes.  No traten de competir; no sean acomplejadas ni caprichosas.  No traten de jugar al "doble sentido" ni armen grandes estrategias o a hacerse las difíciles, esas son cosas que sólo resultan dañinas para la salud mental de ambos.

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