viernes, 30 de julio de 2010

Fui idiota

Me asombra tu capacidad casi innata para mantener a todos tus pretendientes, fingiendo amistad pura, cuando bien sabes que ni de eso eres capaz. Le fallas a todos tus amigos, pero habemos quienes nos conformamos con las migajas de lo que tengo certeza que puedes dar, pero que no quieres. Fingir "no quiero lastimar a nadie porque sobre todo somos amigos" es fácil, pero es absolutamente mentira! La hipocresía se te sale por los poros, fingiendo que sientes algo que en realidad no te importa, obligándote a sentir aquello que es natural.

Yo soy el idiota, no necesito que nadie me lo recuerde.

Tienes tiempo para todos, lo has notado? Al menos casi para todos tus pretendientes. Tienes cortesías para todos, viste? Tienes ojos para todos y también para mí. Te tomas la molestia de responder las llamadas de los idiotas que necesitamos escuchar tu voz para sonreír ese día. Eso sería honesto y amable, si sólo uno de todos supiera que le amas o que tal vez sientes algo y los demás fueran simples observadores. Pero hoy, todos pensamos que entre tú y cada uno, hay algo especial porque a eso te has dedicado, a provocar a cada uno, a no cortar de tajo.

Fui idiota cuando te dije que haría cualquier cosa por ti, porque aunque lo haría, no sabía que la sonrisa que me dedicaste, es la misma falsa sonrisa que le dedicas a todos y que pones de forma automática cuando te sacan fotografías.

Fui idiota aquella noche que pensé que habíamos "coincidido" en el internet porque tú necesitabas hablar conmigo; no sabía que en realidad sólo te "apareciste" para hablar con alguien más, y de paso, conmigo.

Fui idiota cuando te regalé aquella rosa; no sabía que la hiciste de menos porque hacía un día habías recibido un ramo completo de alguien que finge amarte, pero sólo quiere aprovecharse de ti.

Fui increíblemente idiota cuando me enamoré de ti. Fui idiota cuando decidí escribir esto.

Fui idiota la madrugada que me desperté pensando en ti y te lo hice saber, haciéndote aquella llamada que nunca contestaste.

Fui idiota cuando soñé que con el tiempo, tal vez podrías enamorarte de mí.

Fui idiota cuando creí en cada cosa que me dijiste. Fui testarudamente idiota cuando a pesar de que ya me habías dicho "no", seguí insistiendo.

Fui idiota el día que me senté a observarte y mi corazón latía exageradamente; fui idiota porque hubiera preferido no verte.

Fui idiota cuando dejé de hablarte y tiempo después te pedí perdón, como si yo tuviera la culpa.

Fui idiota cuando me sentí culpable porque habías cometido un error; tus errores son consecuencias de tus actos, y constantemente me sacas de tu vida, yo no tengo nada que ver.

Fui un perfecto idiota al querer ser el primero en decirte "feliz cumpleaños" y llamarte justo cuando empezó tu día; y no respondiste, según me dijiste, porque estabas dormida, pero sé que no, sé que simplemente no quisiste contestarme.


Fui idiota, pero ya no lo seré.


Dejaré de creer que "tal vez te gusto", hasta que lo digas. Dejaré de llamarte, hasta que me digas que quieres que lo haga. No intentaré acercarme a ti, hasta que me digas que me extrañas.

Fui idiota, por ti.





Post data. Este post no lo escribí pensando en alguien; lo digo antes que empiecen a caer comentarios a lo interno preguntando sobre quién es, jaja. En realidad, sólo me desperté pensando en lo idiota que uno puede llegar a ser. La persona a la que yo amo, la amo con todas sus imperfecciones, y no me considero idiota por hacer todo lo que hago. Mi amor no depende del amor de ella, mi amor es y punto. Y no soy masoquista, simplemente soy realista; amo su adorable imperfección.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario