sábado, 17 de octubre de 2009

Un beso

Hace días quiero escribir sobre un beso.

Es una experiencia única, diferente, entregas parte de ti en él. Lo puedes sentir todavía un tiempo después, no es tan fácil de hacerlo esfumar.

Ya he dicho que puede significar muchas cosas o ninguna cosa. Es un complemento perfecto. No sé quién fue el primer hombre que besó a una mujer o cómo lo hizo. No sé por qué Dios dispuso que tuviéramos interés en besar, que fuera así como se expresara el amor. No entiendo cómo Adán descubrió que besando a Eva le transmitiría su amor. O sea, ¿por qué cuando alguien nos gusta, cuando queremos a alguien, cuando amamos a alguien, por qué entonces tenemos curiosidad, ansiedad, necesidad por darle un beso? ¿por qué queremos tocar los labios de la otra persona con nuestros labios?, ¿por qué es ése un sello, un símbolo perfecto?

¿A quién se le ocurrieron los besos?, no sé, pero indudablemente fue atinado.

Agradezco a Dios no tener que inventar casi nada porque la gran mayoría de cosas han sido inventadas, sólo nos queda irlas mejorando, amoldando, pero definitivamente es una experiencia interesante.


Un beso nos pone nerviosos, ansiosos, interesados. No sé por qué, pero es una forma excelente de transmitir amor, cariño, amistad, respeto. Es un acto íntimo, sublime y especial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario