sábado, 1 de agosto de 2009

De los recuerdos

Hoy platiqué con una persona que conocí hace varios años.

Tenía cerca de seis años de no hablar con ella. Y tengo esa misma cantidad de tiempo de no verla.

Me dijo que cuando nos conocimos yo le gustaba. Por supuesto que eso yo ya lo sabía, siempre lo supe, siempre lo supimos.

Hace algún tiempo me enteré por otra conocida en común que ella se casó a corta edad y ahora ella misma me lo ratificó. Inicialmente me alegra porque he de suponer que eso tiene semejanza con ser feliz y hacer feliz a alguien, en complementarse con otra persona.


Recordamos algunas cosas en la conversación vía mensajero (messenger). Yo conseguí su dirección electrónica por una investigación online casual. Me alegró saber que hay una persona, que todavía existen las personas a las que les gusté. Jaja.

En realidad escasean.

Si uno de ustedes me encontrara por allí y me preguntara "cómo estás" (pregunta que todos suelen hacer, aunque en realidad no te importe cómo está la otra persona y la otra persona nunca responda la verdad, sino siempre un simple "bien, gracias, y tú?"), mi respuesta sería: tranquilo, un poco resignado, raro.

No tengo el sentimiento de querer ver a la chica que ha provocado varias de mis letras en este blog. Ella está allí. No está enamorada de mí y como dijo Claudia, sólo me huye porque cree que al "negárseme" me hará daño. Creo que me hace más daño huir.

O sea, le huye a hablar del tema romántico. A tener espacios para tocar ese asunto. Asunto que para ella es "no" y que para mí es "por qué no?", jajaja. Algo así.

Pero independientemente de esta chica que encontré, ella me hizo recordar una vez que después yo intenté tomar la iniciativa con ella y no funcionó.

Yo recuerdo que siempre he sido tímido. Y ella estaba demasiado seria y enojada cuando intenté entablar una conversación saludable. Ahora, seis años después, ha confesado que en realidad ella estaba muy nerviosa porque yo le estaba hablando y no sabía cómo comportarse.

Ah si el destino nos hubiera hecho distintos en el pasado!

El destino no pertenece al pasado?, no, tal vez no.


Qué curioso, qué divertido. Qué raro.


En realidad cada momento va escribiendo el futuro. Cada momento es necesario para aquello que aún no hemos vivido.


Y me causa curiosidad.

Últimamente he pensado fuertemente en algo que todos hemos escuchado alguna vez. En eso de "somos actores y escritores de nuestras vidas".

A veces voy por la calle o en la universidad - como hoy - y pienso "qué pasaría si a la primera chica que veo, que me gusta, me le acercara y le clavara un beso", seguramente ella creería que estoy loco o tal vez le guste el atrevimiento de un extraño y corresponda.

A lo mejor así conozca a la mujer de mi vida o ta vez alguien me rompa la cara por esa actitud. No lo sé.

Pero pienso eso, a sabiendas que mi decisión de ese segundo, determinará mi historia. Si hoy, por ejemplo, hubiera decidido besar a una desconocida que me gustara, en este momento estaría contando esa historia, esa historia que yo hubiera escrito hipotéticamente, jeje.

Pero no!, no fue así!


Tú decides tu historia, tú la escribes.


Quieres tener algo qué contar?, pues hazlo.

Quieres saber qué se siente tal o cual cosa?, inténtalo.

Claro, hablo de cosas enteramente sanas y saludables, que no se salgan del orden natural. No te incito a que te equivoques, sino más bien a que seas más atrevido o atrevida en el papel que debes jugar en tu vida.



Que Dios te ilumine, un abrazo.

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