No soy poeta y a la verdad no me gustan mucho las poesías.
Pero les tengo una sorpresa:
Porque yo estuve solo
quiero pensar que tú estuviste sola.
Que no te fuiste, que dormías.
Que me deijaste sin dejarme,
y me necesitabas
para poder estar contenta.
De cualquier modo, he recobrado
mi lugar en el mundo: regresaste,
te volviste accesible.
Me devuelves el tiempo,
el dolor, los caminos, la alegría
la voz, el cuerpo, el alma,
y la vida y la muerte, y lo que vive
más allá de la muerte.
Me lo devuelves todo
encarcelado en apariencia
de una mujer, tú misma, a la que amo.
Volviste poco a poco, despertaste,
y no te sorprendiste
de encontrarme contigo.
Y casi pude ver el último
peldaño del secreto que subías
al dormir, pues abriste
- muy despacio, muy plácidos - tus ojos
adentro de mis ojos que velaban.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario