miércoles, 24 de diciembre de 2008

PARA TÍ, ESPECIALMENTE

Hoy quería escribir pensando en quienes leerán, con gracia y suerte, este post. Aquellos que el 24 de diciembre o a más tardar el 25 por la tarde - noche, estarán buscando cómo divagar su mente. Para quienes recordarán con suma nostalgia a una persona especial, que ya no está en esta tierra o que retiró sus sentimientos románticos. En el peor de los casos, para quienes recuerdan a alguien que les hizo daño con mentiras.

En fin, a las personas que se quejan de soledad.

Quiero pedirte que pongas tu mano derecha en tu hombro izquierdo y tu mano izquierda en tu hombro derecho: siente un abrazo. Uno de los más importantes, el tuyo.

Quería dedicar estas letras a quienes desean con ansias que pasen estos días festivos y en el trabajo todo sea regular. Es que hay personas que desean regresar al trabajo, allí extravían recuerdos y ocupan su mente.


Al tiempo. Cuéntame. ¿Qué hiciste esta noche?, ¿qué extrañaste hacer?, ¿por qué estás leyendo esto?


Si has leído esto después del 25 de diciembre, debo decirte que te agradezco por buscar algo para distraerte en este espacio cibernético.

Personas como yo salen sobrando para mucha gente en estos días. Digo, hay cosas mucho más importantes qué hacer.


La tristeza es aguda, los colores son múltiples. La soledad suele ser un buen aliado, una excelente compañía. Te niegas a salir por la calle, eso provocará su recuerdo y tu malestar.




Disfruta. Pronto acabarán los malos tiempos, sólo créele. Cierra tus ojos, relájate y mira los trazos del Maestro.

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