sábado, 22 de marzo de 2008

Cualquier cosa, cualquier título (sin título)

"Cómo duele cuando te vas; no sé cómo dejarte, no sé cómo vivir sin tu amor"
Para amar se necesita talento. Pero hay buenas noticias: por default todos lo traemos incorporado.
Hay canciones que nos transportan a momentos. Recuerdas lugares, sonidos, colores, personas. En definitiva: la música levanta sentimientos.
Si te sigues emocionando cuando alguien te tiene una sorpresa, un regalo, eres una buena persona.
Viste que uno quiere regalarle a la otra persona todo el pasado, todo el presente y lo mejor de tu futuro. Quieres entregarle lo mejor de tu vida, para que esté bien, para que se sienta bien a tu lado, para que quiera quedarse para siempre.
Si estás en una relación y de antemano sabes que terminará, estás perdiendo el tiempo.
Si tu relación no te trae certeza sino incertidumbre de cualquier tipo, entonces vas directo al fracaso, a menos que suceda un milagro.
Si tu relación no anda bien y apelas al milagro de la línea de arriba, ya perdiste sentido.
Nadie tiene la obligación de amarte. Tus padres nada más están obligados a formarte y proveerte lo necesario materialmente (esto según las leyes, pero en realidad parte de lo "necesario" es el amor).
No te creas dueño o dueña de la otra persona, no te pertenece. Su alma, ni siquiera le pertenece a él mismo o a ella misma.
"El amor es un sentimiento contra natura, que condena a dos deconocidos a una dependencia mezquina e insalubre, tanto más efímera, más intensa", esto lo dijo el señor Gabriel García Márquez. Después de leerlo sólo pude pensar "Y punto."

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