viernes, 9 de marzo de 2012

Vida, vida, vida

Qué vida tan hermosa nos ha tocado, no me cabe duda.

A veces pienso que quisiera vivir en la época donde el romance estaba a flor de piel, pensar en cosas más elementales y no sentir la angustia cotidiana por descubrir las nuevas actualizaciones del Facebook.

Prefiero las cartas, las letras, las palabras, que cualquier modernidad.  Aunque no me opongo a lo moderno, sé que lo mejor, siempre, siempre, está por venir.

Ayer el mundo celebró, por decisión propia, el Día Internacional de la Mujer.  Y claro que es un gran evento; las mujeres mantienen la especie, en todo sentido.  NO sólo nos traen al mundo, nos crían y nos divierten, nos hacen pasar la mejor de las vidas.

No sé desde cuándo la convivencia hombre-mujer se volvió tan complicada.  Quizás desde que unos malos le pusieron énfasis al placer sexual (entiéndase "sólo jugar con ella por el hecho de ser mujer") y dejaron de lado el romance.  Tal vez desde que las mujeres consideran que amar a un hombre es darse, entregarse sin restricciones.  No sé.

En este tiempo ausente he tratado de comprender un poco más al respecto, y prometo, con lujo de detalles de escribir las conclusiones.

Salud!

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