miércoles, 27 de julio de 2011

La vida sin ti

La vida sin ti se parece a la vida contigo, sólo que con tu ausencia.  La felicidad sigue intacta porque tal como me dijiste una vez (cosa que conmovió mi corazón) me enseñaste a vivir cuando no estás.

Mi teléfono vibra menos por tus llamadas o mensajes, por ende la carga del celular dura más días.  La vida sin ti se parece a la vida contigo, sólo que ahora le hablo a todo mundo (otra vez como hace unos años) de lo que viví contigo.

La vida sin ti ha vuelto a ser bastante para mí.  Tengo más tiempo para dormir y me concentro más en las tareas, aunque ocasionalmente extraño (como cuando se extraña por costumbre) el contacto contigo.

La vida sin ti es hermosa, porque hermosa es la vida.  La vida sin ti no es mejor ni es peor, sólo es diferente, es otra cosa, otro mundo, no hay comparación.

La vida sin ti es como antes era.  Más soledad de lo habitual, sin la sensación de sentirme responsable del corazón de alguien.  Pero con ese vacío existencial que nos da el no pertenecer a ninguna cosa.

Ah, soy dramático.  Me inspiras, claro está.  Es obvio, la cantidad de posts se multiplican, mis excusas han incrementado.

Gracias.

Hazme feliz, sé feliz.


No sé qué nos depare el futuro.  La última vez se tardó diez años más o menos en reencontrarnos, físicamente te encontrabas exactamente igual sólo que con otras responsabilidades.  Ahora será más fácil encontrarnos porque ya sabemos dónde y cómo hacerlo.  Tengo la garantía de que tu número de celular nunca cambiará (ahora tienes la obligación de mantenerlo el resto de tu vida), sé tus e-mails y cómo apareces en Facebook.  Y ahora ya no seré un completo desconocido si intento cuestionarte sobre si te gustan los poemas o no.

La desconfianza y desconocimiento de hace unos años ya no está más, porque ahora te conozco y me conoces.

No sé cuánto tiempo pase o si el tiempo pasará.  De lo que a mí no me cabe la menor duda es que ambos tenemos cosas pendientes por hacer y resolver y debemos hacerlo.  Quizás en diez años me des sorpresas, tal vez ya no me recuerdes o estés enojada de por vida y ya no quieras conversar conmigo.  No se trata de que "me esperes" ni nada de eso. Se trata de ordenar las vidas, los sentimientos y las sensaciones.  Se trata de crecer.

Quizás mañana te llame.  Quizás en un año, quizás en unos meses o algunas semanas más.  Tal vez nunca lo vuelva a hacer.  No sé.  No me importa.

La vida sin ti es como era antes de ti.

No me fui, me quedé contigo. Cuídame.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario