lunes, 25 de julio de 2011

Historia de orgasmos

Cuando ella sintió, él estaba sobre su cuerpo besándola.

Ella hacía como que veía la televisión, mientras él fingía dormirse.  De repente, sin mediar palabra la besó, de manera sutil, cariñosamente.  Se besaron continuamente.  El pants que fingía ser pijama de color rosa de ella colaboró con la desnudez de la chica.

Ella tuvo varios orgasmos, uno detrás de otro; no supo dónde terminó uno o dónde empezaba el otro.

Ella parecía cansada y él satisfecho por el placer que le había provocado.  Hasta entonces él no había entrado en ella, hasta que le susurró "quiero que entres en mí".

Él no respondió nada, no supo qué decir porque pensaba que cualquier cosa sería inadecuada.  Hicieron el amor, cuatro veces durante esa noche.  Durmieron abrazados, ella sin ropa.  Al siguiente día, él quiso abrazarla, jugar con ella, sabía que había despertado junto a una exquisita mujer, elegante sin pretenderlo, romántica sin intención.

Se amaron.

A los días, él murió y ella también.  Pero en el más allá fueron felices, cada quién por su lado, pero el camino individual de cada uno, los llevó a reencontrarse, después de muertos.

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