sábado, 23 de abril de 2011

De Pablo

Hola, mucho gusto.  Soy yo otra vez.  Mi otro yo está un poco dormido, jodido o encandilado de tanta luz, a saber qué le pasa, a dónde va o qué.

Hoy una amiga me dijo que yo ando "cantineando" a todas las mujeres (en "guatemalteco" eso quiere decir algo así como "seduciendo", "enamorando" a todas las mujeres).  Al respecto debo decir algunas cosas: no sé por qué tengo la desafortunada manía de tratar de ser elegante con las palabras (a lo mejor porque soy periodista y comunicador social, será por eso? mi capital, mi materia prima son las palabras, por lo cual no las considero un adorno sino que ellas son mi todo, mi mera tarjeta de presentación).

Si veo a una mujer que es físicamente atractiva, con todo el respeto que me merece y si la situación lo permite, debo decírselo.

Si hay una mujer que me transporta con sólo estar ahí, debo decírselo.  Pero por supuesto que hay situaciones, personas y cosas que nos hacen transportarnos mentalmente a otro espacio y a otro tiempo, pero eso no indica que estrictamente nos sentimos atraídos.

Admito que he cometido errores en mi vida, y que, como hablaba con una mujer que admiro y aprecio, he lastimado a personas sin querer hacerlo.

A esa misma mujer quisiera jamás tocarle el corazón para dañarlo.  Quisiera ayudarle, bendecirle, aportarle algo.

Juro solemnemente que mis intenciones son buenas.  Y yo siempre le advierto a las personas cuando recién me conocen, a las chicas, que por favor no se enamoren de mí, no es alejarlas sin saber qué o qué, ni es predisponerme ni llevármela de cassanova, sólo que prefiero que el corazón ajeno se mantenga en paz y sano. Y que si la cosa pasa, pase.


Yo no sé mañana, me dijo una mujer (MUJER, con mayúsculas; aunque sea niña, cosa que le agradezco infinitamente, sino tuviera eso que la hace niña, no le hablaría, ni ella a mí de seguro) y creo que es así.


No le huyo al compromiso ni le temo a esas cosas.  Soy hombre y siempre voy de frente y soy responsable con lo que digo, pero sobre todo con aquello que escribo, asumo las consecuencias.


Y ya.  Eso es todo por hoy, creo.  No me sale más. 


Cápsula post Semana Santa.  Casi terminó esta semana tradicional en nuestros países.  Soy consciente del daño social que ha provocado la religión organizada; acepto y admito que los evangélicos, católicos y demás seguidores de las diferentes sectas cometen errores recurrentemente como personas.  Estudié teología también (oh sorpresa) y podríamos discutir apasionadamente del origen de la Biblia y demás temas recurrentes.  Pero aunque la reliigón es nociva, dañina, inútil, la persona de Jesús es real y recordar su muerte y resurrección, anunciar que resucitó, me parece un acontecimiento muy importante, pese a cualesquiera de las formas de hacerlo.  En todo caso, el objetivo de esta fecha se cumple: pensar en la persona más importante sobre la faz de la tierra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario