miércoles, 6 de abril de 2011

Admisión número dos

Después que la vi a los tres días, ella interrumpió mi caminata en el centro histórico de Guatemala, con un alevoso "hola".

Inmediatamente me percaté que era la misma chica del domingo a las 15:05 en Miraflores.

Creo que le respondí algo.  Sonreí.  Sonreí porque las casualidades de la vida suelen no serlo.

Pero no contaré la historia, sólo diré que al llegar a casa envié un correo que ella respondió.

Admito que sólo envié el e-mail con el sano propósito de mostrarme caballero puesto que no ubiqué quién era tan elocuente personaje en la calle, así que quería ser amable.  Tres días después noté que no era "un elocuente personaje", era una dama, divertida, interesante, bonita, calculadora, fría, inteligente, creativa, entre otras cosas.


Y nada más.


Post data.  Me he dado cuenta que mis amigos y enemigos tienen relación con el diseño gráfico, el periodismo y la fotografía.  Con la fotografía incluso aquellos quienes siendo poco importantes, de mal parecer, consiguen lo que un tiempo después, dejarán de tener, porque así se da la cosa.

Gracias por aparecerte.  Ahavá.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario