domingo, 13 de marzo de 2011

Los hombres deberíamos empeñarnos en amar a las mujeres aunque no las comprendamos.

Los hombres tenemos que ser románticos y cariñosos con las mujeres.  Recordarles lo bellas que son.  Decirles aquellas cosas que nos conquistaron, el lunar que adorna su rostro, la sonrisa que cautiva nuestra mirada, el tono de su voz que nos inquieta y retumba en nuestra mente; no sé, aquel detalle que te flechó y del cual eras presa cada tarde y cada noche, hasta que finalmente accediste a su corazón.

Los hombres deberíamos proteger a las mujeres y aunque no comprendamos el ciclo mensual de sus emociones (ni de su cuerpo), bien podríamos hacer el intento de ser mejores con ellas, porque sin ellas, la vida sería aburrida y fea, gris.

Esta noche me siento sensible.  No sé bien por qué o deseo desconocerlo momentáneamente quizás.
La gente que me conoce mejor (aunque me considero bastante predecible, por lo cual no hace falta conocerme tanto) me dice que soy muy acelerado, que como ansias, que me apresuro a las cosas.

Los hombres deberíamos abrazar a las mujeres por detrás, sólo porque ellas aman que hagamos eso, se sienten protegidas, amadas y por alguna razón, les parece romántico.

Los hombres deberíamos oler siempre bien, porque eso les gusta a ellas.  Los hombres deberíamos hacer llamadas "sólo porque sí"; los hombres deberíamos escribir cartas, e-mails, enviar mensajes de madrugada sólo para decirle a esa persona que "pensamos en ella desde que nos acostamos, hasta que amanecimos".

Los hombres tenemos la responsabilidad de cuidarlas, protegerlas, amarlas, respetarlas, de portarnos varonilmente pero mostrando el lado romántico que nos une, nos enlaza con ellas.

Ustedes chicas deberían motivar a los hombres a ser mejores, y cuando un buen hombre les corteje, deberían hacerle saber cuando lo está haciendo bien, felicitarlo, motivarlo cuando se esfuerza.

Reconozco que la frialdad que impera en la sociedad hace que cada vez tengamos más personas que le huyen a eso de "enamorarse" y que por eso mismo haya más y más gente que sólo quiere divertirse, disfrutar aquello que usualmente se conoce como "juventud".  El éxtasis, el exceso, hacer aquello que no podrás hacer de viejo pero que tampoco querrás que hagan tus hijos.

Los hombres deberíamos ser caballerosos, y las mujeres ser siempre damas.

Los hombres deberíamos dejar de pensar en nuestro beneficio y placer, y pensar más en lo que a los dos les conviene más.

Ya no puedo seguir escribiendo.

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