jueves, 6 de enero de 2011

Calentando

El 2011 ha comenzado, el 31 de diciembre pasé con fiebre y los primeros días de este año también, resulta que el dengue me atacó.  Pero a Dios gracias, la medicina de prevención me funcionó y las afecciones disminuyeron considerablemente a las que habitualmente afectan con esa enfermedad.

Las personas me han preguntado qué pasará con el blog o de qué escribiré ahora, y les agradezco.  No sé en realidad de qué escribiré, quizás de lo mismo de siempre.  Inventaré mis historias, las mezclaré con mi vida, no sé.  La persona que originalmente provocaba la mayoría de palabras se negó a ser amiga mía, quiso perder todo contacto entre nosotros y pues aunque intenté que cambiara su decisión, simplemente me dijo a gritos que no estaba interesada en mi amistad. Y a la fecha, en vez de reaccionar sigue ensimismada (o embrutecida, que a veces parece lo mismo) y básicamente ha cambiado de juguete, al menos eso supongo, eso suele hacer; sus relaciones duran mientras no sean una amenaza en contra de lo que ella considera estabilidad emocional y cualquier cosa que deba ser compromiso.  Ya sé que estas letras quizás la molesten (es aspirar a mucho que siga leyendo mi querido blog) y que quizás la motiven, tontamente, a "ponerse seria" con alguien, sólo para demostrarme a mí.  Qué triste sería si basa sus decisiones en otras personas.

Algo les diré: nadie la amará como yo.  Por supuesto que ahora me encuentro en una actitud infantil en parte, tonta.  Porque me molesto sólo porque no ha querido ni mi amistad.  Eso ya lo sé.

Les aprecio.  Gracias por continuar leyendo.  Esta es la vez última - eso quiero - que escribo sobre esa chica que amo, sólo para desaburrirnos todos y porque además no me parece justo.

Te amo ininterrumpidamente.

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