domingo, 23 de enero de 2011

Acá, entre vos y yo

Ayer te vi y te veías fea, la verdad.  Pronto descubrí que tu fealdad era interna y salía al exterior.  Y además me percaté de que ahora los que tienen su lado espiritual malo, son los que se fijan en vos.  Entre vos y yo, me dio tristeza ver que tus admiradores son los que no tienen una espiritualidad sana.

Acá, entre vos y yo.  He notado cómo tus amigos, nunca han sido tus amigos.  Es que ayer que te vi, la soledad se te salía por los poros.  Gritabas compañía, suspirabas por verdaderas amistades.

Ayer mientras veía a tus ojos y desde esa ventana observaba tu alma, escuché que sonó Kiss Me de Sixpence None The Riche.  Recordé la vez que te de dediqué una canción y reíste de nervios.  Pero acá, entre vos y yo, hay música que no te bendice el espíritu.  Esa que a veces escuchás y entristece tu alma, evoca suspiros equivocados y deseos mal habidos.

Tu corazón está en remate.  Acá, entre vos y yo, las personas que amamos tu corazón, con el paso del tiempo, fuimos perdiendo ese interés, no porque el corazón no fuese lo que parecía ser, sino porque vos nos alejaste.  Te encargaste de alejarnos, asesinarnos lentamente, con la buena y sana intención de "no hacernos ilusiones".

Pero acá entre vos y yo.  Esta noche, esta misma noche, pensé, quise, sospeché que vos estuvieras pensando en mí.

Entre vos y yo, hoy quise que dedicaras tus pensamientos a mí, para mí, conmigo.  Que cada cosa que hicieras fuera para mí.

Entre vos y yo.  De este lado del corazón.  Como el amor nunca deja de ser, yo nunca dejo de amar.  Pero qué lástima me has dado.  Porque ayer que te vi, parecías aquello que no sos.  Parecías perdida, sola, sin una gota de la espiritualidad que te acompañaba y que me conquistó.

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