sábado, 25 de diciembre de 2010

Apuntes 2010 (parte primera)

El 2010 está agonizando, a punto de terminar.  Chequeé el calendario y ya nos quedan pocos días, así que decidí hacer apuntes sobre este año.

Quizás lo más importante es que decidí renunciar a la oficina donde trabajé algún tiempo.  Preferí confiar en Dios sobre mi futuro.  Dos meses después apareció una beca que el Estado de Guatemala creó, que no existía, y que obtuve.

Ahora me dedico más a estudiar la parte final de mi carrera, a asesorar la agencia de publicidad de mi papá (somos antítesis, él publicista, yo periodista); me ejercito más de lo habitual, como más saludable, escribo notas sobre una mujer que amo y que para ella parezco no existir, que ha rechazado varias veces mi vida; mis argumentos no le parecen válidos, dice que simplemente "no lo siente" y que como es fría, como un iceberg, así será siempre.  Dice que ella no encuentra en mí, lo que yo encuentro en ella.

Pero no escribiré de ella en este momento.  Ya ha robado muchas letras. LO haré en su momento, antes de que este año termine, sigo esperando su llamada y el año se extingue.  Sigo apelando al milagro, aunque desde ella, la verdad creo menos en los milagros.  Antes de ella creía; después de ella, no sé qué es realidad, qué es locura, qué es obsesión y qué cosa es amor.  Yo la amo y eso no basta, no importa, no es nada.


Este 2010 ha sido trascendental para aprender.  El 2011, siento, de arriba, que es el año DEFINITIVO  para CRECER.

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