Al principio a la mayoría les parezco reservado, callado, sumamente inteligente, interesante, diferente, prudente, respetuoso, sincero, simpático.
Y con el paso del tiempo a la gente le parezco más bien aburrido, necio, testarudo, terco y hasta "pesado" o grosero.
Curiosamente el hecho de describirme y aceptarme como necio y aburrido, también les cae mal, porque les parece que me victimizo. No sé por qué piensan tales cosas.
La gente a veces me tiene miedo y les parece que soy "demasiado serio". Las chicas de mi edad no quieren nunca a alguien serio. Sólo quieren a alguien. Y no digo "serio" pensando en boda o algo por el estilo; simplemente prefieren a alguien que no critique el sistema oligárquico, alguien que no considere el cine y Hollywood como una herramienta mediática de manipulación.
Pero es que, pídanle a un médico que deje morir a un herido. O exíjanle a un veterinario que no hable de animales. Mi formación social, cultural y profesional me exige eso. Siempre pelearme contra las masas; tratar de hacer que la gente sea subversiva si queremos verlo así.
En medio de todo eso, puedo ser adorable, tierno, romántico y muy grotesco. Una tricotomía, una dicotomía, un trastorno bipolar.
Amo, odio. Aunque curiosamente hay a alguien que la he amado la mayoría del tiempo. Y más curioso aún es saber cómo ella, sin importar lo que haga, no me ama.
Así que he ido descubriendo muchas cosas, pero entre ellas, ésta importante: amar, no es suficiente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario