La tarde de hoy estuve en un parque público. Allí hay juegos para niños de unos cinco a diez años de edad. Jugué con ellos, me reí un poco y ellos me veían entre sorprendidos y felices de ver a alguien desfasado en edad con ellos.
Uno de ellos me presumió que podía pararse sobre una llanta (neumático), así que alabé su aventura para alimentar su espíritu infantil y me alegré con él.
Quiero decirles que no pierdan su espíritu de niño. Que jamás olviden asombrarse con cada cosa que ven y divertirse con todo. Que su capacidad de soñar y asombrarse quede intacta.
Sean como niños. Dejen de lado los prejuicios.
Post data. Te amo.
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