martes, 20 de julio de 2010

Actualización

Hola mis queridos y queridas.

Agradezco y aprecio mucho que a pesar que ya no escribo con tanta frecuencia, mucha gente sigue escribiéndome y comentando los posts.

Quiero decir esto, como un mensaje en una botella, que ojalá en la red virtual alguna vez llegue a puerto seguro, a las manos adecuadas:

Haz que mi esfuerzo valga la pena. Haz que cada cosa que aprendí en mi esfuerzo por conquistarte, tenga sentido. Haz, por favor, valer mis mejores detalles, mis constantes frustraciones y complicaciones.

Te pido que hagas que esto finalmente tenga sentido.

Ya sé que en esas cosas del corazón "uno no decide" como suelen decir todos. Ya sé que amar, dicen que es algo que "simplemente se da", pero si acaso pudieras provocar que eso sucediera, te pido que hagas que incluso esta nota valga la pena.

Haz que cada comentario de este blog, haz que cada letra, que cada palabra que buscó ser un desahogo, una válvula de escape para el cúmulo de sentimientos que suelen aflorar por ti, tengan valor.

Hoy que iba a la universidad caí en la cuenta que no sé si te soporte toda mi vida. Pero pensé que tanto esfuerzo y tanto hilo movido en el cielo y que provocaron tantas bendiciones en mi vida, por cada vez que quise bendecirte, debe ser por alguna razón. Haz que valga la pena.

Haz que mi blog y las excusas para escribir, cuenten.


Te amo. A mí manera. A esa manera que le he aprendido al amor mismo. Hoy platiqué con el amor, le dije "tú eres el amor, tú sabes qué siento y qué pienso, gracias por enseñarme sobre ti". Él es el amor. Al amor le aprendí que amar es dar. Y luego esperar que haya valido la pena.


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