domingo, 30 de mayo de 2010

Emergencia II

Las ambulancias suenan desquiciadamente por las calles aledañas; camarógrafos se amuchan y periodistas con micrófonos y grabadoras en mano inundan repentinamente el lugar para obtener declaraciones que saldrán en la nota roja del noticiario de la noche.

A ciencia cierta nadie sabe qué pasó. La certeza parece no existir entre los bomberos que son quienes siempre dan la noticia. Esta vez no. Esta vez no hay informes preliminares ni hipótesis por confirmar por parte del Ministerio Público. La muerte se dio sin qué ni para qué, aparentemente.

Esa noche murió un corazón. Desangrado en la habitación donde dormía, agonizó, latió rápido y despacio y finalmente dejó de funcionar.


Las causas tras una semana de investigaciones por parte de los doctores del Instituto Nacional de Ciencias Forenses, aún no se han establecido. Sin embargo, hallazgos de médicos expertos evidencian serias complicaciones a la hora del funcionamiento provocado por una fuerte emoción. Teóricamente esa emoción fue causada porque ese corazón, no fue correspondido.



Descansa en paz otro corazón grande, apasionado, fuerte y que siempre intentó hacer feliz al otro corazón que amó incansablemente, pero que por desgracia nunca supo retribuir esas cualidades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario