miércoles, 14 de octubre de 2009

De la atracción

Hay personas que tienen un atractivo indescriptible. O sea, hay algo que nos atrae pero no sabemos precisar qué es; simplemente se trata de una atracción latente.

A veces nos gusta la seriedad, a veces el humor, otras tantas la inteligencia y oportunamente nos encanta la nobleza; pueden ser muchas las causas de nuestra atracción y gusto para con alguien.

Ese alguien que nos pone nerviosos, nos hace pensar en él o ella todo el día, nos mantiene al tanto de “qué diría si estuviera aquí” o “qué haría en esta situación”; nos inunda, va ocupando de a poco nuestro pensamiento, se nos mete por debajo como un espía.

Cómo decir eso. La atracción no se sabe explicar. Es sólo algo, no es un mero enamoramiento todavía, es nada más un deseo, una gana, a lo mejor un gusto (entiéndase por “gusto”, cuando alguien te gusta).

A veces me gustan algunas personas, me atraen, pero no me enamoro y en algunos casos sencillamente no me enamoraré nunca de tal persona. Quizás me guste, me interese, pero nada más. O quién sabe, talvez sí me enamore.

Quería hablar de eso, que no es mero amor ni mero juego. Es cuando alguien te gusta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario