miércoles, 22 de julio de 2009

Mi actualidad

Sigmud Freud decía que lo contrario del amor es la indiferencia y no el odio, como muchas podrían creer.

La indiferencia es básicamente no prestarle atención a una persona, es, según Freud, no demostrar amor.

Y pensando en eso quisiera escribir sobre el asunto. ¿Has mostrado indiferencia a alguien?, quizás cuando peleas con tu pareja o tienen algún disgusto. Vamos, no hablo que lo ignores de por vida, sugiero nada más que no le hablas durante un rato o varios días. Quizás cuando no hay una convivencia directa esto se pueda traducir en meses. No lo sé.

Cuando haces eso no demuestras amor y consigues nada más ensalzar tu debilidad por volver con esa persona. Particularmente creo que no hablar, no resuelve las cosas. Yo, como he confesado en este espacio, me he alejado de las personas, pero no con el propósito de “no amar”, sino con el afán de encontrar salud mental y sentimental, ensimismado. No es que “no hable” o sea indiferente, sino que trato de mantener una distancia, no de indiferencia, sino de salud.

Claro que hay una delgada línea y talvez estés pensando que me estoy contradiciendo o que alejarse y ser indiferente es exactamente lo mismo. Pero yo creo que no y sostengo eso hasta que me sea demostrado lo contrario.

Yo no trato que al leer mis letras hagas lo que yo digo. Intento más bien coincidir con las ideas de otras personas que no se toman el tiempo, por cualquier razón, de poner en orden sus pensamientos.

Sigo teniendo problemas con mi computadora puesto que a ratos funciona todo el teclado y a ratos no, pero estoy tratando de mantener la comunicación con la gente que lee el blog. Me alegra mucho ver que hay días que son aproximadamente 100 personas las que visitan este sitio. No será un récord ni la página más visitada en todo el ciberespacio, pero para mí es entusiasmante que una sola alma en algún lugar del universo dedique algún minuto de su tiempo a leerme.

Son 23 personas las que están suscritas al blog y que reciben actualizaciones inmediatamente después de que yo lo escribo. Son cinco personas las que se consideran “seguidoras” de mis palabras.

Muchas gracias. Eso me hace sentir importante, me hace sentir que no por gusto escojo las palabras más cuidadosas para pronunciar mis pensamientos.

Quiero hacerle cambios al blog y pronto pensaré cuáles serán. Quizás la imagen, talvez el nombre, de pronto el dominio, no sé. Pero algo se me ocurrirá. Estoy abierto a opiniones y sugerencias.

El rubro que todavía me queda pendiente es el de lograr interactuar con ustedes. Lograr una fusión entre sus comentarios y mis respuestas. Si son detallistas notarán que me tomo el tiempo de leer los comentarios que algunas personas dejan – no son muchas, como he dicho – y me gusta responder individualmente, tratando de corresponder ese entusiasmo de hablarme por este bendito medio del Internet.


Yo no quiero ser indiferente a los lectores, porque eso, según Freud, sería lo contrario del amor y no me gusta pensar así.


¿Qué prefieres, mi odio o mi amor? – le pregunté varias veces a una amiga
definitivamente tu amor, no soportaría que me odiaras – respondió siempre

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario