jueves, 30 de abril de 2009

ESPERAR

ESPERAR. Me dedicaré a pensar en el tiempo de espera; en ese compás perfecto que debe ocurrir.

El tiempo, dicen, es lo que Dios dejó para que no sucedan todas las cosas juntas.

¿Imagínense qué haría con mis problemas de la universidad, mis asuntos laborales y además asuntos del corazón, si todo debiera resolverlo y enfrentarlo al mismo tiempo? Para todo hay tiempo, por eso Eclesiastés es importantísimo en la vida de cada ser humano.

Así que estoy conciente que debo esperar porque no es el momento. Y no es el momento porque precisamente el tiempo sería un apremiante para poder disfrutar la gracia de estar con alguien.

Ahora bien, ¿qué hacemos con esa prisa interna y necesidad casi innata que hay en nosotros de estar con una persona especial?, ¿cómo hacemos para negarnos a nosotros mismos y evitar el contagio romántico, evitar estar desesperados por una chica o chico (en el caso de las damas), en especial? Escribo esa pregunta para leer alguna respuesta de parte de ustedes.

En realidad pienso que es parte del aprender en esta vida; entender que no todo debemos tenerlo cuando queremos, porque es mejor que las cosas sucedan A SU TIEMPO.

TIEMPO. Es “eso”, que Dios inventó que para no todo suceda en el mismo momento. ¿Cómo sería que en el mismo instante en que alguien se casa también tenga hijos y además tuviera que lidiar con nietos? Es un símil carente de lógica, pero es una muestra que todo tiene un tiempo.

Cómo habrías resuelto el problema de la niña a la que le pateaste la espinilla (porque eso hacemos los niños cuando una niña nos gusta), al mismo tiempo que te enamorabas de tu maestra y también fijarte que quieres besar a las niñas a las que hasta hace no mucho les dabas empujones? Ahhh!, pero a eso súmale que tuvieses que lidiar con ser el más popular, el mejor deportista y, por si fuera poco, sacar las mejores notas para tener alegres a tus padres.

No todo sucede al mismo tiempo y eso es una bendición.

Imagina la invención del Internet a la par de la televisión. No habríamos podido ser fanáticos a los blogs, al Messenger, a Facebook, Hi5 y otro sin fin de portales sociales, al mismo tiempo que nos encariñábamos con Los Tres Chiflados, Hechizada, Mi Bella Genio, Los Picapiedras, Los Súpersónicos, etcétera (más o menos son los de mi generación, no te sientas ofendid@ si no menciono tus dibujos animados).

¿Cómo sería el cine a la par de la radio?, NO COEXISTEN. Por eso: LAS COSAS NO PASAN AL MISMO TIEMPO. Por eso debimos esperar varios años después de inventadas las computadoras para poder enlazarnos a través de Internet. Le dimos tiempo a los ingenieros y fans, de ser expertos en una cosa para poder involucrarnos en otra.

Claro, si al tiempo que conociste la PC, alguien te hubiera seducido con el Internet, habrías querido de inmediato ambas cosas. PERO NO.



No pidas algo más que amistad a alguien que de momento sólo debe ofrecerte la amistad. NO ECHES A PERDER EL PLAN.

El pastel no es comido sin antes contemplarlo (OH!!, LAS GUINDAS DEL PASTEL).

No te comas la guinda. No te apresures. PREPÁRATE para cuando llegue el momento, porque LO MÁS IMPORTANTE DE ESPERAR, ES SABER CUÁNDO ACTUAR.

Un abrazo.

1 comentario:

  1. ahh mi queridisimo amigo .. esperar es tan dificil porque aveces la ansiedad tiende a pelear contigo pero bueno ... creo que ah resultado muy de esperar para saber cuando actuar..

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