domingo, 15 de febrero de 2009

SIN TÍTULO

El amor es algo meramente complicado.

Si amara a alguien que fuera imposible (como una actriz o algo así), pues estaría tranquilamente sabido que nunca la conoceré si quiera, o talvez la vea a una distancia prudente, quizás me saque una fotografía con ella, pero simplemente no pasará lo que sucede en las películas, no por mí, sino porque cuando alguien vive en un mundo diferente, pues difícilmente se trasladará al tuyo.

(Perdón, no estoy muy cuerdo esta noche).

Ja. Qué hago. Si somos amigos, me duele ser sólo su amigo. Si no somos amigos (debo confesar que decidí no hablarle más para que no me duela, busqué una excusa tonta y he dejado de dirigirme a ella casi hace cuatro meses; éramos amigos, buenos, pero ya no lo soportaba: por supuesto, le confesé mi amor varias veces, pero sin éxito, aunque entiendo que el éxito está en decírselo y no en recibir algo a cambio) pues es también terrible.

Casi no la veo; sólo una o dos veces por semana, y cuando eso sucede siento volverme loco, no me concentro y lo peor es que no puedo hablarle. O no quiero hablarle.

Si le hablo, será doloroso que seamos sólo amigos. Si no le hablo, es doloroso no acercarme, pero es menos pertubador.

Así que decidí no hablarle y no sufrir. Cuando deje de sufrir, le hablaré otra vez. Seguirá siendo doloroso, pero ya no atormentador.


Qué hago. Cuando alguien dice "imagínese a su mujer perfecta", hablan del físico, de los sentimientos, del carácter. Y, wow, ella es para mí. Pero yo no soy para ella. No es mala, ella me ama, como amigo. Pero eso es insoportable. Bonita, inteligente (muy inteligente), amable, amiga, amante, ágil. Reúne todo. Lo malo es que no soy su tipo, no hay forma de cambiar eso. Yo no puedo cambiar mi forma de ser, fingir mi actuar, para conquistar a alguien; sería bonito, pero ni lo haría bien ni tendría provecho.

Ahora tengo ganas de llorar. No sé qué hacer, no entiendo cuál es el próximo paso; reconozco que he estado a punto de hablar con ella, de pedir perdón por quitarle el habla durante tanto tiempo sin dar una explicación lógica (además, es la tercera vez que lo hago: soy insoportablemente raro, terco y medio tonto), abrazarla y fingir "sólo quiero ser tu amigo". Ella, sé que aceptará, hará bromas sobre mi raro comportamiento y todo será como antes: amigos, amigos, amigos.

A la verdad, debo reconocer que traté de convencerme que me aburro con ella. Pero en realidad creo que soy yo quien la aburre. Después de estar a su lado mucho tiempo, por asuntos espirituales me ha tocado estar hasta tres o cuatro días casi diez horas diarias con ella, pues casi no hablamos; talvez porque yo no le intereso, porque la aburro. Y eso es doloroso: darte cuenta que la persona a la que amas, no la bendices, al menos no románticamente, sino que al contrario, le eres casi irrelevante. Claro, claro, claro!, le pareces un buen chico, un buen amigo, simpático, especial, cariñoso, romántico y merecedor de una mujer especial, menos de ella.


Chicas?, por qué?, han conocido a un amigo, lindo, tierno, simpático, pero que simplemente no les hace click?, aunque ustedes quisieran, porque saben que ese chico las ama puramente, sencillamente no se puede!, no hace click!, aunque sea la mejor opción, no hay ese "no sé qué"!, pues yo soy el chico romántico, buen amigo, buen mozo, ideal para cualquier chica, MENOS POR SUPUESTO!, para la que yo quisiera.

Debo decir que esta historia continuará, no sé por cuánto tiempo.

Feliz noche, feliz tarde, feliz día. Un abazo.

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