viernes, 12 de septiembre de 2008

UNA LINDA HISTORIA

Ella vio sus ojos y tomando su mano le dijo a él "hoy me estoy asombrada por dos cosas, tengo dos recuerdos particulares: uno es lo que acabamos de descubrir con esta investigación y lo otro son tus besos".

Ambos sonrieron. Eran un par de periodistas; amigos, novios.

Vieron volar un par de avionetas, otras aterrizaban, hacían preguntas, se peleaban con instituciones estatales, vieron caballos en el hipódromo. Se besaron, se besaron.

Él tiene un defecto. Cuando no le escribe, no le habla por teléfono o no la ve, se desespera, se siente enamorado; algo pasa en él. Se descompone. Y al parecer a ella también porque dice disfrutar extrañarlo.

A la verdad, él disfrutó sus labios esa tarde. Y ella, se fascinó.

Entonces vi sus ojos mientras me besaba; los vi profundamente por primera vez y no es que sea poco observador. El alma de una mujer se ve en los ojos, pero el alma de una buena mujer no se revela tan fácil y ayer logre ver la suya. Recuerdo sus lunares, sentí que la amaba y se lo dije...varias veces.
Supongo que quienes nos vieron tenían curiosidad por entender qué sucedía. Y nuestra respuesta es siempre la misma: se trata de algo divino. Wow. Estoy asombrado.
Ayer la tomé de la cintura, la acerqué delicadamente y, sí, acaricié sus labios con los míos, al tiempo que veía sus ojos fijamente y la abrazaba. Quería transmitir un TE-A-MO y lo logré. Dijo que me admira. Dije que la amo. Dijo que le gustaban mis besos. Le dije que la amo. Dijo que tuviera cuidado. Le dije que la amo. Dijo muchas cosas. Le dije muchas veces que la amo.



Y hoy, no he dejado de pensar en ella todo el día. Por qué será.


Que Dios nos bendiga.



Ella. Siempre ella.


¿Estás enamorad@?, esa es la encuesta.

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