domingo, 22 de junio de 2008

Solos

Aprovecharé a parafrasear una de mis preferidas canciones de un compatriota.

A veces la soledad asusta, verdaderamente. "Las hurracas casi a diario vienen al lugar, pero no es suficiente y me cansa vigilar: SOLO, SIEMPRE SOLO".

La soledad es buena y bonita, hasta que hace falta alguien.

A veces lo único que quieres es hablar con alguien. Otras tantas, un abrazo.

"Mi amiga era la luna pero el sol la deslumbró, por las noches hablábamos las cosas de los dos, luego fui testigo de lo solo que se queda el trigal".

Verdaderamente a veces nuestros amigos son fruto de nuestra imaginación. "Y yo sin nada qué hacer, eso me pasa por ser un espantapájaros, SIEMPRE SOLO".

Quisieras tener a quién contarle lo que sientes, que te escuchara toda la noche de ser necesario, pero no hay alguien.

"De casimir inglés, con la corbata al revés, casimir que hace un siglo me heredó un difunte juez; y mi corbata es banquete de ratas; mi sombrero es marrón y mi cabeza es un balón, y hace 32 años una chica que pasó hizo con su mirada que en mi pecho palpitara un corazón, maldita suerte, no pude siquiera moverme ese día, quise decirle: desátame de esta estaca que me amarra a este trigal y llévame junto a tí, son siglos los que llevo aquí y hasta hoy sé que soy hombre y no mujer, pero nada es lo que pudo ser y eso me pasa por ser un espantapájaros, SIEMPRE SOLO".



La vida es bella. Disfrútala solo. Apréciala acompañado. Y presúmela de felicidad, porque hay quienes no pueden moverse, no pueden verla, no pueden escucharla o ya no sienten nada.

Disfruta tu soledad, es la mejor compañía.

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