sábado, 21 de junio de 2008

Extremo opuesto

Todo terminó. Las conversaciones, las miradas. Hoy estoy despreciablemente solo. Tus proyectos y sueños ya no van conmigo.
Justificar a ambos lados
El fuego, se apagó.

El amor.

Ya no hay nada.

Sólo queda el sueño. Al menos déjame imaginar y recordar lo que vivimos. No digas mi nombre, ¿si?, no quiero tener ocasión de regresar. Quiero dormir, sin despertar.

Todo lo que sembré en tí, dices que no es tan bonito como parecía. Todo lo que fuimos, nada vale ya.

Las palabras de amor, fueron al viento y terminaron en nada. Las fotografias parecen hablar, tener sonido, que son cómplices del pasado y criminales del presente. Sólo déjame sentirte, ya sé que no eres la mujer que amé. Mis planes se hacen para recordarte junto a mí, feliz. Ahora no sé si era mentira, pero el amor no es algo que pueda acabarse así nada más.

¿O sientes algo todavía?

Déjame soñar. No puede creerlo, no eres la mujer que tanto amé. La desilusión se hace parte de mis días. La amargura, el sin sabor. Detendré estas cosas que son tontas.

El amor no se murió, sé que no es así. Talvez fallaste tú, talvez fallé yo, pero no importa. Talvez el amor como dicen "tiene fiebre de frío, se nos cayó de la cama cuando lo empujó el hastío y está enfermo de muerte, el mismo que era tan fuerte; tiene anemia de besos, tiene cáncer de olvido y por si fuera poco: tiene ganas de morir".

No lo sé.

Al tiempo.

"Convulsionando entre las sábanas, se nos muere la magia, la pasión, la locura. Yo sobrevivía sin ella y ella era feliz sin mí; ay amor con el tiempo te nos has oxidado, ay amor suceptible, ay amor delicado...si todo era tan bello, dime amor ¿qué nos pasa?, ay amor implacable, quítame sólo una duda: si eres tú el que te mueres o soy yo el que te mato".


Post scriptum. Jajaja. Sí se puede escribir de desamor, cuando hay amor.

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