lunes, 14 de abril de 2008

Relatos

Hoy leí un libro. Generalmente un texto me atrapa de tal manera que no puedo pasar ni una semana sin terminarlo. Hoy leí uno completo.
En realidad no me gustó cómo terminó y tampoco me pareció a lo largo un libro espectacular, aunque reconozco que a momentos me atrapó y quería saber cómo continuaba, por eso lo leí.
El amor es una fuerza, un misterio, algo que está.
Lamentablemente para mi salud mental soy de las personas que no se pueden acoplar al sistema actual del mundo. Me cuesta mucho entender que tengo que vender ocho horas diarias de mi vida, levantarme de madrugada, regresar de noche, cansado, con ansias por cenar y dormir para empezar de nuevo, esperar fin de mes para cobrar, pagar facturas, continuar una carrera universitaria con la esperanza de un futuro mejor económicamente.
Me cuesta entender que a cambio de los años más productivos de mi vida, me darán algunos cientos de quetzales (moneda de mi país), y que en realidad no sabré con certeza de qué se trata el asunto para el cual trabajo. Que sentiré pasión por motivos externos, pero no sentiré la visión del iniciador del negocio.
En fin, no logro entender por qué es mejor eso que hacer siempre lo que quiero. Y la respuesta es básica, simple: se trata de dinero.
El dinero mueve al mundo.
Los tontos tienen al dinero en un alta estima. Los que son más tontos no trabajan para obtenerlo.
De todas maneras es complicado. Pero supongo que de esto se trata la vida. Encontrar estabilidad emocional, risas, vacaciones anuales, tristezas ocasionales para sentir que estamos vivos. Al caso amor.
Estoy siendo pesimista, mi vida es mucho más emocionante que eso. Son sólo rezagos del libro que leí hoy y no me gustó.

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