"Ella, se desliza y me atropella, y aunque a veces no me importe, sé que el día que la pierda volveré a sufrir por ella, que aparece y que se esconde, que se marcha y que se queda, que es pregunta y que es respuesta, que es mi obscuridad, mi historia...
Ella, me peina el alma y me la enreda, va conmigo pero no sé dónde va, mi rival, mi compañera, que está dentro de mi vida, y a la vez está tan fuera, pero no sé dónde. Y la encontraré de nuevo, pero con otro rostro diferente y otro cuerpo, pero sigue siendo ella, que otra vez me lleva, nunca me responde si al girar la rueda, ella se hace fría y se hace eterna.
Gente que va y que viene y siempre es ella que me miente"
Eso dice Alejandro Sanz.
Dice más "...Y al llamarla nombro a otra..., sea lo que quiera Dios que sea, mi delito es la torpeza de ignorar que hay quién no tiene corazón y va quemándome y me quema, y si fuera ella..."
A veces no olvidamos. No olvidar es distinto a recordar. Pero a veces es bueno olvidar y además, nunca recordar. Eliminar de nuestros recuerdos algunas facetas, algunas cosas, no por malas, sino por buenas pero que ahora son pasado. Hay recuerdos buenos, pero hay otros que no nos bendicen, sólo hacen y procuran algo que no queremos.
Dice más: "¿Quién me dice si era ella?"
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