viernes, 9 de noviembre de 2012

Emociones de la primera vez

Cuando uno logra recuperar emocionarse de nuevo, es encomiable.

Aquella sensación de "volver a sentir". Esa cosa que pasa adentro que no tiene nombre pero que sucede a partir de sensaciones extrañas en el estómago.

Cómo no. Reenamorarse cada vez resulta como la primera vez: la misma emoción, la misma carga sensacional, es la primera vez cada ocasión.

Recuerdo el momento que la vi y no me gusto. Recuerdo el momento que la volví a ver y me enamoré. Ella era sencilla, tal vez al borde de la simpleza, nada extraordinario, bastante "normal". Tenía una risa media rara y una voz extrañamente aflautada.

Me encantó. No sé por qué. Quizás esa mezcla entre inteligencia e ingenuidad. Ingenua por joven, por novata por inexperta. Inteligente de nacimiento.

Esas emociones que aparecen la primera vez, son algo poderoso que aparece y que no sabemos cómo llegó ni sabemos cuándo se irá.
Emocionarte otra vez, como si fuera la primera. La cosquilla de la llamada telefónica, del mensaje de texto, del "nuevo mensaje" en Facebook o del mensaje privado en Twitter.
Los medios han cambiado, los canales. Pero el mensaje sigue siempre el mismo.

Aún siento los nervios de la primera vez y quería que lo supieras.

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