martes, 3 de enero de 2012

¿Sabes algo de ti?

Hola.  ¿Cómo estás? ¿Sabes algo de ti? ¿Te has visto por ahí?

Sólo quería pedirte que si alguna vez vuelves a encontrarte, te avises, te digas que yo te sigo amando.  Sigo queriendo saber qué piensas, dónde estás o si yo te agrado.

¿Dónde estás?

No sé, no te encuentro ni te veo.  ¿Tú sabes dónde estás?, me dijeron que decías que no, que no te encontrabas, que a ratos te sonreías pero que no terminabas de verte o saludarte.  Tú no te encuentras y, a decir verdad, no sabes ni cómo encontrarte.

Te perdiste, se te voló la imaginación.  Te desconoces y te asustas cuando ves tu reflejo.  No sabes quién eres.

¿Dónde estás? ¿sabes algo de ti? cómo te estará yendo, qué estarás pensando.  No lo sabemos ni tú ni yo.

Tú no sabes dónde estás.  Yo no sé qué te hiciste.

Como no estás aprovecharé a decirte que desde que decidiste marcharte desconozco el día que el calendario marca y la hora que el reloj decide.  No sé bien qué cosas pensar o hacia dónde mirar.  Me haces falta, no te encuentro.  ¿Sabes algo de ti? no nos hemos visto hace mucho tiempo.

Te extraño porque cuando uno ama, necesita, desea.  Te extraño porque aunque nunca tuve una dependencia de ti, siempre quise tenerte la mayor parte del tiempo a mi lado, cada segundo posible quise respirar el mismo aire, ver las mismas cosas.

Me gusta contarte qué hago, platicar sobre las cosas que pasaron ese día.  Extraño cuando estabas, pero no es cierto porque nunca estuviste.

No sé qué hacer sin ti.  Tú tampoco sabes dónde estás.  Te estamos buscando.

¿Sabes algo de ti? ¿te recuerdas de mí?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario