martes, 22 de julio de 2008

Gracias Dios

Cuando pienso en amor, destino, eternidad, en mi mente aparece Dios. No pretendo sonar religioso, porque la religión me espanta, me da miedo y me carcome.

Hablo de Dios, que por sino lo sabías, al menos para mí, es mucho más que religión, normas, leyes y cosas que tenemos que hacer aunque no querramos ni entendamos.

Pensaba en ella (siempre hay una "ella" o un "él", claro) y es inevitable estar feliz. Es verdaderamente difícil no sonreír, no sentir que algo bueno está pasando. Y pues claro, ya después pienso en que me gusta besar sus labios. Recuerdo que ha sido espectacular, que hemos aprendido a vivir cada momento, me alegro cuando recuerdo que no me dejé llevar por la gente tonta que me dijo que me "lanzara" cuando no debía hacerlo, sino que era momento de esperar.

Y es que esperar, es sobre todo, saber cuándo actuar.


Literalmente me emociona cuando está entre mis brazos, porque por alguna extraña razón nos sentimos protegidos.

"¿Estás enamorada de mí?", pregunté tratando de encontrar certeza en ella. Contestó que sí, claro.

Tal como la imaginé, eso es lo más sorprendente.

Comenzaba a sospechar que me volvería a enamorar.



Jajajajajajajajajajaja. Además, caminar de su mano, es entre otras cosas, un placer. Verdaderamente profesar amor hacia su persona, es un lujo y un honor. Mi corazón siente amor por el de ella.


Y...ahora, pues no me queda más que agradecerle: GRACIAS DIOS. Pero pienso en Dios, no como un ser que anda por ahí haciendo milagros, sino como el creador de lo bueno y lo que estoy viviendo es bueno. Pienso en Él como lo más importante. Él es para mí, más importante que ella.


¿A ella?, sí, la amo con toda mi alma. Ahora sí, somos más que amigos.

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