domingo, 15 de junio de 2008

Entre tus brazos

Vi un pobre corazón, agonizando. Estaba notablemente agitado. Temblando. Platiqué, me dijo que había conocido a una chica, que le hacía temblar, que le hacía sentir algo.

El encanto de una noche entre tus brazos.

Ya es hora de ser feliz. Mira mis ojos, brillan así por tí. Los días pasan, la ciudad camina, va y viene. Todo se detiene cuando te veo. Recuerdo el beso, jaja, recuerdo el hechizo.

Acércate un poco más.

El corazón decía que estuvo a punto de detenerse, sus palabras parecían sinceras, al fin y al cabo eran palabras venidas del corazón precisamente.

Y pues yo soy de los que pienso que el amor cada día se agiganta. Confío todavía en las promesas escritas en el corazón con la tinta del amor. Mientras ambos crean, se mantendrá con vida. Los amores verdaderos, pues escasean y quiero guardar el nuestro.

El corazón estaba enamorado. Y eso parecía darle un trabajo extra.

Ya sabes que te amo. No puedes olvidarme y no deberías enfadarte, así es esto.


Una noche con la luna.

Estaba entre tus brazos, me sentía en casa, me sentía cómodo, seguro. No era algo malo, era algo puro. Sentía que todo estaba planeado, parecía que verdaderamente el planeta consppiraba para que pudiera estar a tu lado.

Mis manos tiemblan. Es por tí. Siento el encanto de estar entre tus brazos.

Amo tus sueños.

¿Has visto la gente?, se detienen por tí y por mí. Jajajaja. Nos ven jugar antes de besarnos.

Al tiempo, todo pasa y todo queda.

Acércate de forma casual. Te amo. Aprovecha mi descuido.

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