domingo, 17 de febrero de 2008

Otra vez...

Ayer me tocó estar sentado frente a una mujer en lo que internacionalmente se conocería como una cafetería. Lo digo así porque en realidad creo que ni venden café, pero tenía el ambiente propicio para beber algo así, y de pronto degustar un pastel frío, lo cual por cierto, no pasó.
Es un lugar de antaño, donde mis abuelitos se enamoraron, junto a los abuelos de la generación que viven por el sector.
Fue algo totalmente casual, sin presiones ni tensiones.
Curioso.
Extaño.
Se supone que hable de ella. Pero no tengo mucho qué decir. Fue algo meramente casual, sin una intención precisa más que quitarnos el calor, regresando de la universidad.
En el camino ella insinuó más de una vez que fuésemos al lugar, a lo que me resistí varias veces, no sé por qué. No era miedo ni nada, simplemente digamos que no me parecía lo más apropiado.
¿La conozco?, no. Sólo sé quién es desde hace tres años. Por alguna extraña y curiosa razón ella se ha acercado a mí más que los últimos dos años.
¿Yo?, procuro ocupar mi mente en algo menos complejo que amar a alguien, aunque suene egoísta.
¿Es en realidad complicado?, no, no tanto, es sólo una excusa.
¿Es dejarse llevar?, no, eso es estúpido.
¿Es entonces razonar al amor?, eso es más estúpido.
¡¿Entonces qué es?!, dar, y dar todo. Enloquecer un poco, hacer cosas inusitadas, escribir y escuchar música inspirada en el amor o desamor.
Ok, entonces, ¿qué pasó con la historia de la "cafetería" (que no vende café) donde se enamoraron muchos abuelitos y me tocó estar con una chica bonita (gran detalle, no lo había dicho)? No es algo romántico. Pero ¿por qué el título de esta entrada dice "otra vez"?, hablo de lo que a mí me seduce todos los días.
De lo que otra vez me sedujo esta noche: jugar con las palabras, tocarlas, hacerlas mías, letra por letra.
Ok, sí, pero ¿y la chica?, nada, ella nada. Preguntó cosas del amor como si yo fuese experto en el tema y conteste como si fuese experto en el tema. Le gustó.
OTRA VEZ lo estoy haciendo. Usando cualquier vivencia como excusa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por tu comentario