miércoles, 19 de diciembre de 2007

Bítácora de un amor (Primera parte ¿y final?)

Yo te amo. Se suponía que escribiría algo muy romántico, eso había planeado, pero no puedo. Me da un poco de miedo. La ilusión de lo ideal, de lo más correcto no está coincidiendo con la realidad del amor, las locuras desatinos y tonterías. Estar enamorado, sí, de eso hablo.
En realidad da bastante miedo, no es sólo un poco. Supongo que el tratar de "no enamorarme hasta que sea inteligente hacerlo" ha tenido sus efectos o quizás simplemente no ha llegado ese momento.
Wow. Eres preciosa, ¿sabías? Y hablo de algo más de lo meramente físico, es algo del alma, algo profundo. Espectacularmente bella. No es simple belleza física, ni sencilla belleza interior. Pon toda tu atención, cierra un puño con todas tus fuerzas, con alma, con pasión, lee esto: eres espectacularmente bella. No sé qué hay en tí, es un misterio, maravilloso misterio, algo importante. Quiebra mi alma, enamora mis sentidos tu carácter, tu alma. Tu belleza conquista mis gustos, pero también enamora mi alma. Me gustas y me enamoras. Al principio escribí algo que contradice esto, y no entiendo por qué. No forzaré algo, no me ilusionaré de más. Amo tu amor por mí. Me gusta tanto el sentido de protección que ambos hemos encontrado en cada uno. No sé qué pase, no sé si pase. No importa. Yo te amo. Todavía no he decidido poner toda mi pasión para que te quedes, pero tú quieres quedarte.
Me gustaría entender amarte, enamorarme locamente, pero no, hemos decidido que no pase. Y talvez nunca pase. Pero sí, me gustas y me enamoras. Me gusta y me enamora que provoques lo mejor de mí, y a veces lo peor. Me gusta y me enamora tu honestidad, tus palabras sencillas, dulces, pero extremadamente verdaderas, o como te gusta decir, brutalmente honestas. El sentido del amor lo he encontrado contigo. Procuras mi bien antes que el tuyo y no sé qué hacer, la verdad. Talvez esta vez, por primera vez, no tengo que hacer nada y entonces haré todo. Talvez debería dejar de pensar qué pasará o talvez tengo que recobrar la cordura a tiempo, antes que pase algo. Fijate, mi amiga y mi amor. Y no hay algo más qué decir. Eso es todo, mi amiga y mi amor. Con la que hablo, con la que peleo, a quien amo. Otra vez, me gusta eso, mi amiga y mi amor. No hay algo más que decir, eso parece exactitud.
No, hoy no hay alguien más. Tú me gustas para mí. Me sigue pareciendo un milagro que un hombre y una mujer se busquen, se encuentren, se amen, se ilusionen, se gusten. El amor va más allá de gustos personales, es algo profundo, algo íntimo. No es pensar en la soledad y evitarla a toda costa. Es verdaderamente pureza.
Ok, no hablo más, sino lo arruino y además, aburro.

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