domingo, 30 de septiembre de 2012

Sobe el amor

Cuando me dicen que pida un deseo, sigues siendo tú.
El amor es poco amable, eso pienso yo. Se presenta, sin que nadie lo haya llamado; y se va, cuando ya empezábamos a querer que se quedara.

Es poco amable, abusivo. Suele arrebatar de las manos las cosas que más queremos y dejarnos con lo feo de las relaciones. Nos saca dinero, nos exprime las lágrimas y nos saca sonrisas. Eso sí, nunca nadie lo llamó ni le pidió que viniera.

Es poco amable, es simplemente el amor.

El amor te jode, te interrumpe el sueño, los planes, las comidas e intenta sustituirlo por la tristeza, y soledad.

No sé mucho del amor y sé más del desamor. No sé por qué, quizás porque he amado equivocadamente.

No comprendo porqué si uno ama a alguien, alguien no lo ama. La ecuación pareciera simple. ¿Acaso no basta amar para que te amen?, ¿qué más pide la otra persona?

Es que no sé. Pero así es. Y sé que así es, porque me ha tocado ser amado y no corresponder.

Sobre el amor eso quiero decir hoy, un día antes de celebrar el Día del Niño en mi país. Cuando éramos niños, odiábamos a las niñas y ellas a nosotros. Así era mejor la cosa.


martes, 4 de septiembre de 2012

Relato


Cinco minutos después de las seis de la tarde sonó el teléfono que anunciaba la emergencia.

Su padre yacía en la entrada del centro comercial más concurrido de la ciudad. Nadie vio nada, o al menos eso dicen las primeras investigaciones que iniciaron con los agentes de seguridad del lugar.

Él, un encorbatado funcionario público.  Ella, de quien se escribe, estudiante del tercer año de medicina en una universidad privada.

A partir de ese día se pondría en duda la continuidad de sus estudios.  La razón? su padre era primerizo en esas cosas de política.  Llevaba a penas unos cuantos meses en su nuevo puesto, que se suponía le cambiaría la vida (y vaya si no le cambió!)

Tres meses después la chica estaba despidiéndose de sus compañeras de clase en aquel mismo centro comercial. Les dijo que se iría de viaje sin dar mayores explicaciones sobre la nueva situación económica.

La realidad era otra muy distinta. Ella había tenido que ir a vivir donde una tía y sus otros dos hermanos se repartieron entre familiares cercanos.

Su madre, la nueva viuda, debía afrontar la situación que aquejaba sus vidas.

De momento nadie sabe quién fue el culpable del asesinato. Y la verdad, a nadie le interesa.

La vida les cambió, habían fijado sus esperanzas en un contrato gubernamental y un mal negocio del pasado acabó por sentenciar la que pudo haber sido una familia más de la oligarquía.

El difunto se convertiría en ganadero, después de haber conseguido, mediante negocios turbios, varios millones de quetzales.  La hija, habría finalizado su carrera de medicina, establecido su clínica en la zona 14 y se casaba con un flamante cirujano plástico asegurando su vida económica.

La madre no hubiera muerto joven atropellada en el Periférico mientras regresaba de su trabajo. Y las otras dos chicas no se habrían convertido en prostitutas.

En realidad, nada de esto sucedió, pero pudo haber pasado porque sucede de cuando en cuando en la ciudad más grande de Centroamérica.

lunes, 3 de septiembre de 2012

El amor de mi muerte, el amor de mi vida

Paradójica, contradictoria, irónica.  Así es ella, el amor de mi vida, de mi muerte.

Ella no es como las demás, es diferente, es rara.  Tiene esa angustiante costumbre de hacerme esperar por su respuesta cuando la invito a una cita. Sabe muy bien cómo hacer que la ruegue sin que parezca "una chica difícil".

Yo le amo, ella me gusta. Me gustaría conquistarla, saber que se enamoró de mí por aquellas cosas que no pretendían justamente eso, sino que me ama por cómo soy, por cómo es ella a mi lado.

Ella me hace latir el corazón más rápido y lo de tiene de súbito con sus miradas.  Ella me obliga a purificar mis pensamientos por el respeto su alma, pero ella provoca en mí los deseos más inusitados.

Ella es a, y es b. Ella es aquí y allá. Ella es uno y es dos. Es dos cosas a la vez, es polos opuestos. Es el amor de mi vida y es el amor de mi muerte.
Ella me hace respirar mejor, y ella me detiene el aliento.

Ella ha provocado las sonrisas más puras que provienen desde las entrañas y me ha hecho derramar las lágrimas más amargas. Ella me gusta y no le gusto. La amo y no me ama.

Es contradictoria, es difícil. Me gusta.

sábado, 1 de septiembre de 2012

Tus fotos

No vi muchas.  Vi sólo una y fue de manera clandestina.

Te vi sonriendo, posando para la cámara como es tu obsoleta costumbre.

No supe qué pensar, el corazón me decía las cosas que pasaban y no comprendía la razón de la mente que para entonces, simplemente se ausenta.

Pensé que eres hermosa porque así naciste, que no hay cosa que pueda hacer siempre pasará cuando te vea, a pesar del tiempo, la distancia y, sobre todo, de tu rechazo y del castigo mediante ignorarme.

Me gustan tus fotos.  Mentira.

Me gustaba cuando el fotógrafo te retrataba.  Aunque lo hacía y lo envidiaba, me gustaba disfrutar las fotografías profesionales de ti.

No me gustan tus fotos, me gusta verte a ti. Luces bien.  Aunque le quitaría menos mueca a la sonrisa y más naturalidad, eres impecable.