viernes, 31 de diciembre de 2010

Nuevo año

Creo divinamente que el 2011 será un tiempo de cosecha, de recoger esfuerzos, los frutos saldrán a luz. No es una época de nuevos comienzos, sino de dulces finales.

Deseo con todo mi corazón que todos alcancen sus metas, que no empiecen nuevas cosas, sino que terminen las que ya se habían planteado.

Un abrazo. Mis primeras excusas son éstas, deseo que cada uno encuentre las propias.

jueves, 30 de diciembre de 2010

Carta número diecisiete (te amo)

Deseo con todo mi corazón que Dios te bendiga; que ilumine tu vida.

Te amo, te amé tanto como quise.  Aprendí muchas cosas; en esta experiencia transversal pasaron muchas cosas que me motivaron a ser mejor persona; crecí como ser integral gracias a vos, aunque nunca lo supiste.

Entiendo mejor de lo que te lo imaginás tu posición, pero sobre todo entiendo la mía.  Comprendo cabalmente lo que tu corazón abriga; sé que es más difícil estar en tu lugar, ser vos.  Y sé que te exigí quizás un poco más de lo que yo mismo sabía que sabrías dar.

Te amo con toda mi alma.  Sé que a veces fui como un idiota, otras veces fui terriblemente cursilesco y romántico, pero todo lo hice con el sano propósito de llegar a tu corazón, que se alejó inevitablemente cada vez más.  
Gracias por la experiencia de amarte y de intentar provocar que también me amaras.  Fue un lujo, un honor y un privilegio cada cosa que hice, que pensé, que escribí y que dije.  A veces sé que parecía que no hablaba en serio, pero de cierto te digo que nunca hablé tan en serio como cuando te dije "te amo".

Te amé cuando te vi llegar en La Estancia, en McDonald's, cada vez que sentí que te acercabas mientras yo "calentaba" la computadora con la cañonera; te amé cuando sonreías a solicitud mía.  Y no es que deje de amarte, sólo quiero ser justo con vos, dejarte en paz, dejar de fastidiar, ya no ser inoportuno y liberarte.  Aunque esperé cada día, aprecio tu capacidad de distanciar y enfriar las cosas.  Fue preferible tu "no" rotundo, aunque hubiera necesitado escucharlo más veces.

El amor es algo, no sé qué, que está adentro de nosotros indefectiblemente. Aunque intentemos huir, ignorar o no aceptar, allí está. Siempre. Acechando.

Dejaré de preguntar "cuándo me vas a dar el si?", jejejejeje, aunque me divertí escuchándote decir "jamás".  No soy masoquista.


Quizás me ilusioné más de la cuenta, y admito que no fue del todo tu culpa.  En serio sigo pensando que tenés una luz especial, sigo creyendo que sos increíblemente bonita y adorablemente imperfecta.



Te amo con todo mi corazón.  Quise saber cada día que vos también me amabas.  Quise recibir una llamada, un mensaje, un e-mail o escucharte decirme alguna vez que querías ser mi amiga, que al menos, aceptabas mi amistad.  Pero no reclamo.

Sólo he aceptado que vos no me amás.  Sé feliz, eso sí, exageradamente feliz.  No importa si es feo, aunque sino es creyente, NI SE TE OCURRA.  Debe creer en vos, en él, en Dios.  Debe saber que no sabés hacer galletas, pero sí pancakes; debe saber que practicaste gimnasia, atletismo y que tu hermana se desmayó en el cerrito.  Debe ser aceptado por tu mamá, por tu papá, por tus hermanos y por tu abuelita.  Y sobre todo, la perra color vaca debe moverle la cola como casi a todos.

No importa quién sea.  Miento.  En realidad sí importa.

Deseo que seas feliz, si es conmigo sería perfecto.


Gracias por todo.  Feliz 2011.  Perdón por aburrirte y casi acosarte todo el 2010.  Ya no sabrás de mí, trataré de enfocarme y de cuidar más mi corazón.

Perdón por amarte, porque vos no me amabas.  Perdón por no ser el sueño de toda mujer.  Perdón por no ser lo que vos querías, sin dejar de ser lo que yo quiero ser.


Te amo.  Gracias por la llamada de mi cumpleaños, cuando dijiste "ya tengo la moña puesta"; gracias por aquel mensaje que decía "te amo", y luego aclarar que me amabas a tu manera.

Gracias por ser tan honrada y no involucrarte conmigo, porque sabías que no ibas a ser lo que yo necesitaba en este momento de tu vida; gracias por ser brutalmente honesta; gracias por no aceptar algunas cosas que te pedí que sólo hubieran ocasionado que me enamorada perdidamente de vos.  Gracias por las mentiras que me dijiste, me ayudaron a identificar mejor la falsedad; gracias por las verdades, te amé cada vez más que las dijiste.  Gracias por tu indiferencia, la que asesinó lentamente mis ilusiones.  Gracias por las palabras que no dijiste, por los abrazo que no me diste y por la sed que implantaste.  Gracias por sonreírme aquel día que íbamos en el camión de la mudanza; gracias por soportar mis locuras, por creer la mitad de las cosas que decía y por considerar que soy asfixiante y desesperante.  Gracias por haber llegado a McDonald's aunque ya no confirmamos, fue mágico.

Si te sirvo de algo, tenés mis dos números de celular, mis tres correos electrónicos, conocés mi casa, a mi familia y tu hermana es mi mejor amiga.

Te amo.  Honrá mi amor, sé exageradamente feliz.

Apuntes 2010 (parte cuarta)

Definitivamente ha sido un año especial.  Personalmente empecé el penúltimo año de mi carrera profesional, Dios me bendijo con una beca, conocí gente especial.

El amor no ha sido venturoso para mí; o quizás yo he acelerado procesos, no lo sé.

Sé que amé tanto como quise y como pude a esta mujer.

Aprendí, crecí, conocí nuevas personas, amigos invaluables.

Realicé una encuesta; el 78% respondió con un "no, ¿estás loco?" cuando pregunté si debía borrar todos los posts y reinventar el asunto.

Creo que todos acertaron.  NO puedo reinventar nada.  Este es el asunto.

Gracias a cada uno de quienes se asomaron a leer, gracias por su confianza, su entusiasmo y sus visitas; espero que hayan encontrado respuestas, que hayan tenido más dudas, que amen más, mejor y sin dudas.

Un abrazo.  Que el 2011 sea lleno de lo que se necesita para vivir: aire en los pulmones y salud.  Y también deseo que el amor les sorprenda.

Del 2011

Qué haré el próximo año respecto de la situación romántica? es buena pregunta.

No sé.  Quizás me dedique a narrar día con día cómo me voy olvidando de ella, y pensándolo bien, hacer eso me mantendría pensando en ella.  Además, considero que sería enfermizo.

O de pronto la obvio por completo de este blog, al fin y al cabo jamás le importó que escribiera (insisto, nunca escribí para que leyera, pero ya que cayó como lectora, por cortesía, educación y como muestra de ética, hubiese dicho cualquier cosa, CUALQUIER COSA, pero no lo hizo), así que no creo que haya problema.

Y entonces no sé.  Quizás no haga nada, siga narrando cosas raras en este espacio. Lo que es es definitivo es que un ciclo ha llegado a su fin.  La mujer que amo, que amé y que seguramente amaré, porque el amor nunca deja de ser y además el amor se recicla, pues...no me quiere, no está interesada en mí.  Vaya, ni siquiera me habla, supongo que es porque ella supone cosas que no son reales.  Yo sé cómo provocar que piense lo peor de mí, que soy mentiroso, falso, tonto y demás.

Y por qué lo haría? no lo hice.

Ella supone algo que yo supongo.  Yo supongo algo que ella supone.  Qué enfermizo soy.  No, no es cierto.  Una inteligencia rara, eso tengo.

Reportando

Ayer hice un par de entrevistas, retomando el periodismo reporteril puramente.

Una entrevista a un candidato a alcalde y otra a un rinconcito especial, donde el arte exuda por todos lados, llamado Arte Café.

En ambos casos sentí que era como volver a mis inicios periodísticos.  Andar conciliando la hora de la entrevista, corriendo, pensando en la próxima pregunta cuando aún la persona no ha respondido, etcétera.

Pero pensando en todo eso, saqué un poco de tiempo en la oficina y todo el relajo que tengo (enviando cotizaciones, leyendo precios, haciendo cálculos, etcétera) para escribir en este mi querido blog.  Porque no quiero que el año termine sin ir mencionando algunas cosas.

Siempre he pensado que en esta era de la sobreinformación, todos saben todo de todos.  Y no porque las personas quieran meterse en asuntos que no les importan, sino porque así es sencillamente.  Ya no hay forma, con un par de llamadas es posible averiguar cualquier cosa, siempre y cuando se tengan los contactos, porque de contactos parece que vive la gente.

En el amor y en la guerra todo se vale.  Qué ironía.  El amor nada tiene que ver con la guerra, pero tienen en común que pueden valerse casi de los mismos artilugios para conseguir aquello que se pretende.


Post data.  Te amo, todavía.  Aún unas horas.

domingo, 26 de diciembre de 2010

Sobre la felicidad

Debo admitir que quizás el área más descuidada este 2010 fue mi parte espiritual.  No hablo de religión, sino de un asunto meramente del espíritu.

Siento que crecí menos o que sencillamente me estanqué.  Por supuesto que no tengo a quién juzgar ni cómo justificar la cosa.  Usualmente voy por el oro, no me conformo con la plata, el bronce o razonar que quizás simplemente participar es bueno.  Así soy, y a Dios gracias, usualmente consigo lo que quiero.

Pero cuando menciono la parte espiritual, hablo de crecer internamente, de ver lo que no se ve, de sentir lo que la gente no siente y de hacer lo que la gente no hace, precisamente porque no es visible.  Amar al prójimo, ayudar a quien lo necesita, brindar amistad sincera, bendecir a una persona, amar a una mujer.  El mundo es mejor cuando alguien ama de verdad a otra persona.

Mientras siga teniendo corazón, espero seguir amando.  Mientras esté vivo, mi deseo más ferviente y apasionado, es verdaderamente vivir una vida digna de la cruz.  No soy católico, ni profeso religiones, pero creo que sino fuera por ese ser tan extraordinario, mi vida dejaría de ser, o simplemente no fuera.

Diariamente pienso en la muerte.  Pienso en cómo será morir, en qué pasará el instante próximo a cuando el corazón deje de latir y los sueños hayan llegado a su fin.  Enfermos o sanos, ricos o pobres, como sea, todos moriremos.  No importa la edad que tengas, súmale unos 70 años y seguro dejarás de existir.  70 años suena mucho, pero te aseguro que no sientes los años que ya has vivido, 15, 20, 31, 38, los que sean, sientes como si fueran poco.  Esos años escasean, sientes que no ha sido gran cosa, y lo más grave, sigues luchando para conseguir aquello que parece ser el sentido de la vida: ser feliz.

La subjetiva felicidad que constantemente se disfraza de carros, mujeres, sexo, casas, más bienes, más  sexo y más mujeres.  La subjetiva felicidad que se disfraza de diversiones, entretenimiento, educación del "más alto nivel"; la subjetiva felicidad que a veces es amar y otras es dejar de amar.  A veces creemos que si amamos y nos aman, seremos felices; otras tantas reaccionamos que si dejamos de amar, si olvidamos a ese ser, entonces y sólo entonces, seremos verdaderamente felices.  ¿Nos vamos poniendo de acuerdo?

Acordemos que ser feliz para unos es algo y para otros es algo distinto.  Para unos ser feliz es simplemente amar a alguien.  Para otros es amar a alguien y ser correspondido.  Todos tenemos diferentes ópticas de ver esta bendita vida.

Ser feliz, mis queridos, en esencia es una decisión.  Es decidir caminar en pos de algo.  NO importa la edad que tengas, ¿de qué se trata esta vida?, ¿por qué sigues amaneciendo?, ¿podrías morir y que eso no significara absolutamente nada?

El sentido, el centro de tu vida no puede ser una carrera, un empleo, y muchísimo menos una persona.  La vida es más.  Siempre es más que eso.

Piensa.  O sólo cumplirás un aburrido ciclo de nacer, crecer, reproducirte y morir? qué pasará? eso es todo en esta vida? ahí se acaba? vivir es nada más comer, disgustos, gustos, estudiar, trabajar, placer, reír, llorar, sobrevivir, y ya? qué aburrido sería!

Hay algo más.  Un lado espiritual en todo.

Cree.  Sólo cree.

Es cierto, Jesús no nació el 25 de diciembre, pero si vas a festejar su nacimiento, su cumpleaños, hazlo reflexionando sobre esta vida, escasa, que un día está y otro ya no.


sábado, 25 de diciembre de 2010

Historia comercial

Gustavo, era su nombre.  Alicia, era su nombre.

Gustavo enamorado de ella.  Ella enamorada de Ramiro.  Ramiro, enamorado de Alicia.

Ramiro no era novio de Alicia, no sé si por idiota o por miedo al compromiso.  Pienso que cuando uno ama en serio, lo que quiere es estar la mayor parte del tiempo al lado de esa persona y asegurarse que así será el resto de sus vidas.  NO hablo de casarse, hablo de algo que trasciende el formalismo del matrimonio y acrecienta la pasión del amor.  Hablo de una cosa espiritual, de eso que pasa en el estómago, en la mente y en el corazón cuando le ves.  Una cosa especial.  Eso que sucede.

Gustavo amó a Alicia mucho antes de que supiera su nombre.  La amó a distancia, en silencio, la contemplaba cada día en el súpermercado donde ella trabajaba.  Él iba a comprar cualquier cosa con tal de verla.  Ella sospechaba de la soledad de ese tipo que frecuentaba el lugar y hacía fila en la caja donde ella estaba aunque tuviese muchas personas.  Claro, las otras cajas tenían menos personas esperando, pero él escogía la de ella, para verla aunque sea unos instantes.

Alicia se enamoró de Ramiro porque eran compañeros y porque cuando uno pasa mucho tiempo con una persona, siempre termina enamorándose, por costumbre, porque la costumbre y el acomodamiento a alguien, frecuentemente es confundido con amor.  La gente cree que amar es saber todo de alguien y que alguien sepa todo de ti; o que amar es divertirse al lado de alguien y sentir que el universo fue creado para ese instante que se recicla esperando el próximo.

Pero se enamoró al fin y al cabo, como sea.

Un buen día, Gustavo se armó de valor, le preguntó a Alicia su nombre y ella lo dijo.  Justo ese día, en ese instante, Ramiro la tomó por sorpresa y le robó un beso.


Gustavo dejó de comprar en el súpermercado; Alicia resultó embarazada y fue una madre soltera y Ramiro se cambió de ciudad huyendo de la paternidad irresponsable de que ahora era acreedor.

Y así terminó esta historia.  Por cierto, no es una salida fácil ni corté de "tajo" el relato.  Así sucedió en realidad.  Eso pasa en el amor, siempre corta de súbito nuestras esperanzas, siempre aparece sin que nadie lo invitara.  La vida es así.

Todo pasa y todo queda.

Apuntes 2010 (parte segunda)

Este año, sino recuerdo mal, encontré un par de nicaragüenses, Gaby y Alejandro.  Él enamorado de ella; ella convencida de que él es un gran hombre, un excelente amigo, pero que para no lastimarlo, prefería alejarse.

Tuve muchas charlas con ambos; me dio muchísimo gusto saber de ellos.  Por supuesto, ella fue quien encontró el blog, se lo compartió a él; él me contactó porque quería que su amiga-enamorada, conociera de algún modo al que escribía estas letras.  Pero sobre todo para que le ayudara a conquistar a su amada, amiga.  Sucedió que encontramos diversas coincidencias sobre mi situación.  Ambos me dijeron que yo parecía repetir su historia.

Ellos "anduvieron juntos" por algún tiempo, luego la cosa no funcionó; él la amó, la ama exageradamente.  Ella hizo que la chica que ocasiona la mayor parte de letras de este espacio, lo leyera.  NUNCA había leído nada de este blog y de pronto lo hizo.  Más que "conquistarla", hizo que se alejara de mí, quizás asustada, quizás para no "hacerme ilusiones".  En realidad, más que bendecirla, pareció disgustarla, molestarla, incomodarla.  Es que cuando a uno alguien lo ama de la forma en que yo la amo a ella, y hace cosas como este blog, no queda más que asustarse.  Ella se enojó más cuando un día hablé con alguien que estudió conmigo hace muuuchos años y que ahora estudia con ella, a esa persona le dije que le dijera que yo la amaba.  Es curioso que pensara que "su amiga", era suya y que yo invadía su "espacio".  Lo que nunca se imaginó es que yo la conocí hace muuchos años atrás.

Conocí a una mexicana, Jacqueline, que es fiel al blog, pasa conectada casi las 24 horas del día al internet y que se acostó con su primo. Es nuestro secreto.

Y pues también logré contactar a una exquisita tica (con todo respeto digo "exquisita"; hablo de la persona que es ella), con una dulzura desmedida y cualquier cantidad de cualidades adorables en una mujer.

Eso del blog.

Por aparte encontré un grupo de amigos en la universidad que me hacen sentir que todo tiene sentido de nuevo.  La mayoría son chicas; trabé especial amistad con tres de ellas.  Cada una con una historia muy diferente y abruptamente especial.

Enfrenté el inicio de mi final en la universidad.  Hice el anteproyecto de tesis que fue aprobado inmediatamente.  Y gracias a Dios conquisté de nuevo muchas cosas que creía perdidas.

Amé a una mujer tanto como quise.  Pero de ella hablaré luego.


Insisto que sigo esperando su llamada, ya sin esperar, antes que termine este año, caso contrario entenderé a perfección lo que quiere comunicar.  Y que conste, lo intenté.  Pero mi amor no bastó.

Apuntes 2010 (parte primera)

El 2010 está agonizando, a punto de terminar.  Chequeé el calendario y ya nos quedan pocos días, así que decidí hacer apuntes sobre este año.

Quizás lo más importante es que decidí renunciar a la oficina donde trabajé algún tiempo.  Preferí confiar en Dios sobre mi futuro.  Dos meses después apareció una beca que el Estado de Guatemala creó, que no existía, y que obtuve.

Ahora me dedico más a estudiar la parte final de mi carrera, a asesorar la agencia de publicidad de mi papá (somos antítesis, él publicista, yo periodista); me ejercito más de lo habitual, como más saludable, escribo notas sobre una mujer que amo y que para ella parezco no existir, que ha rechazado varias veces mi vida; mis argumentos no le parecen válidos, dice que simplemente "no lo siente" y que como es fría, como un iceberg, así será siempre.  Dice que ella no encuentra en mí, lo que yo encuentro en ella.

Pero no escribiré de ella en este momento.  Ya ha robado muchas letras. LO haré en su momento, antes de que este año termine, sigo esperando su llamada y el año se extingue.  Sigo apelando al milagro, aunque desde ella, la verdad creo menos en los milagros.  Antes de ella creía; después de ella, no sé qué es realidad, qué es locura, qué es obsesión y qué cosa es amor.  Yo la amo y eso no basta, no importa, no es nada.


Este 2010 ha sido trascendental para aprender.  El 2011, siento, de arriba, que es el año DEFINITIVO  para CRECER.

sábado, 18 de diciembre de 2010

Esta noche decidí acercarme a ti a proponerte tomarnos un café.  Quiero ver tus ojos, ver el humo de mi taza, sonreírte, sentir el frío pasar cerca de mí.

He decidido que te invitaré a pasar a adelante.  Quiero que conozcas la gran ciudad, la razón de por qué la luna es excusa de muchos enamorados.  Te invito a que averigües la cosa que se siente en el estómago cuando te enamoras.
Donde estés, me gustaría que conocieras algo paralelo.  Quizás que experimentes cómo se siente amar y necesitar a esa persona.  Estar a la espera de una llamada, pero no de una llamada de cualquiera de los idiotas que te han gustado, sino una llamada mía.

Quisiera que supieras qué quiere decir un "te amo".  Y que así dejes de estar pendiente de el miserable corazón de esos seres extraños que suelen atraerte; son tan tontos, ya sé, no importa eso, sólo importa que te gustan.  Pues allá tú, te gustan los idiotas.

Te propongo dibujar una sonrisa en tu rostro por las mañanas, hacer rodar una lágrima en tu mejilla en aquellos días que estés hiper sensible y yo salga con una de mis cursilerías.  Me gustaría que fueses tú la causante de mis suspiros más profundos, de las letras más queridas.

Qué te parecería verle el lado romántico a la vida? Quisiera que supieras, que experimentaras las sensaciones más extrañas y divertidas que es posible sentir.

Te invito a encontrar rosas el día de tu cumpleaños; una canción para enamorarte y muchas invitaciones para decirte que te amo, para conquistarte cada día.

Te quiero decir algo.  Me gustas.  Me gustas toda.  Si mi corazón hablara, sólo al escuchar el tono de su voz, sabrías que estoy amándote.

Pero fuera de todo ese montón de cursilerías, de verdad, te propongo ser feliz.  Nada de perfección, sólo felicidad.

Reflexión

Considero que estoy fresco.  En este momento así me siento.  Fresco.

Ayer estaba en uno de los museos que hay en el Centro Histórico de mi país.  Era el Museo de Historia; recorrí la historia guatemalteca a grandes rasgos, desde la época de la conquista (o el saqueo que hicieron los españoles esclavos, subsidiados por la corona) hasta algo más contemporáneo, como la cedición de Belice, por parte del Gobierno de Guatemala.

Y pensando en que los años pasan volando, y que uno ni se percata de ello, ahora echo un vistazo hacia mi pasado y me gustaría saber en qué me he equivocado.  En sexto de primaria (algo parecido al Junior  High), como parte de una tarea del curso de hogar (en Guatemala es parte del pensum y sólo es para niñas) la maestra les pidió a las chicas hacer tarjetas escribiendo al menos tres cualidades de cada uno de los hombres.  Se repitió en mis tarjetas: amable, respetuoso, caballeroso, educado e inteligente.
Por supuesto que nadie pondría mis cosas feas: necio, testarudo.  En esencia necio.

Pero lo que quiero hacer notar es que pese a ser respetuoso, caballeroso, educado, amable e inteligente, cualidades que escasean en nuestra sociedad, generalmente no sirve para atraer a la mujer que quiero.

Será que sólo me gustan las idiotas ciegas que no se dan cuenta que tienen ante sí un gran hombre? o será que el idiota soy yo por fijarme en mujeres que sencillamente no son para mí?

No lo sé.  Pero mi reflexión es esa.

Hace unos días, una compañera de universidad, seria ella, muy fría, cruda para hablar, me dijo que por el hecho de que antes haya tenido malas experiencias, no iba a hacer pagar a la "chica final".  Me dijo que mi pareja merecía que la tratara con la misma entrega y sinceridad como si fuera la primera, como si nunca hubiera pasado nada malo.  Y me impresionó, acertado el comentario.

Eso pienso.

Acercándonos

Hola.  Les agradeceré muchísimo si responden seis preguntas en el siguiente formulario:


Posteriormente iremos abriendo un poco más los cuestionamientos, quizás a modo de foro o algo así.  Me gustaría saber qué piensan, cómo analizan la vida y aprender de ustedes.

Gracias por responder, son sólo seis preguntas sencillísimas, no les tomará más de tres minutos, prometido.  No es una cadena de correos ni tonterías que sino reenvías, te caerá la mala suerte encima, nada de eso.

Es una cuestión entre ustedes y yo.

Por favor! no dejen de responder! todos háganlo! gracias!

viernes, 17 de diciembre de 2010

Mis mentiras

Mentira número uno.  No te amo.
Mentira número dos.  No te amo.
Mentira número tres.  No me gusta el olor de tu cabello cuando lo siento cerca de mí.
Mentira número cuatro.  No siento nervios hasta la pura madre cuando estás cerca y quiero decirte lo que siento por ti.
Mentira número cinco.  Sólo quiero ser tu amigo.
Mentira número seis.  Todo lo que he escrito es una mentira.
Mentira número siete.  No te amo.
Mentira número ocho.  Quisiera que te murieras.
Mentira número nueve.  Si estás, bien.  Si no estás, bien también.
Mentira número diez.  Me muero el día que te vea con otro, yo te quiero para mí a como dé lugar, lo más importante es que yo sea feliz.
Mentira número once.  Te odio.
Mentira número doce.  NO me importa, no me molesta ni me hace cosquillas cuando cancelas algo conmigo (una reunión, una salida, cualquier cosa que implique verte).
Mentira número trece.  No siento celos de vos, nunca.
Mentira número catorce.  Soy increíblemente famoso, sexy y la gente en la calle me pide autógrafos.
Mentira número quince.  Sos fea.
Mentira número dieciséis.  Jajajaja, tonta!!!
Mentira número diecisiete.  Dios no es.
Mentira número dieciocho.  Cuando estás cerca de mí, no te necesito toda para mí; me da lo mismo si me hablás o le hablás a cualquier otro.
Mentira número diecinueve.  Haré de caso que no te conozco de hoy en adelante.
Mentira número veinte.  Te miraré sin que me mire nadie.
Mentira número veintiuno.  No te has reído leyendo esto.
Mentira número veintidós.  No soy el amor de tu vida.
Mentira número veintitrés.  No te amo, te odio.
Mentira número veinticuatro.  Qué mentiroso soy.
Mentira número veinticinco.  Ayer te besé; mientras el universo se moría de celos.


Post data.  Me has vuelto un verdadero mentiroso.

Tercera canción navideña

Como la temporada decembrina ha entrado en su etapa más crítica, de una vez lanzaré la cuarta canción.  La más triste de todas.

La escuché una vez en un programa deportivo (admito que como todo hombre, soy de los que es capaz de pasar viendo ESPN durante horas y horas, viendo golf, básquetbol, béisbol, fútbol o lo que sea; por supuesto me gusta Sports Center); bueno, era un programa de radio y el locutor dijo: no entiendo lo que dice la canción porque no sé inglés, pero cuando la escucho me pongo triste.

Dice algo más o menos así:


Last Christmas
I gave you my heart
but the very next day you gave it away.
This year,
to save me from tears,
I'll give it to someone special



Traducido, sino me falla mi inglés remasticado, quedaría algo como:

La navidad pasada te di mi corazón, pero al día siguiente me lo devolviste.

Este año, para ahorrarme las lágrimas se lo daré a alguien especial.



Y es verdaderamente triste la canción, pero como ya dejé una alegrísima y otra para estar a la hoguera de una chimenea, pues ya todo bien.



http://www.goear.com/listen/ef220a1/last-christmas-wham 

Carta número dieciséis

Sé que leés secretamente el blog, que admirás todo lo que he hecho por llegar a tu corazón y que aunque oportunamente te he sacado suspiros, la madurez de tu alma ha hecho que reaccionés de que como no sentís (o crees no sentir) con la misma intensidad que yo, sería injusto acercarte un poco más a mí.  
Te agradezco por leerme, por reírte al leer mis mensajes, por enojarte, por pensar cada cosa que se te ocurre pensar respecto de mí.  Soy un loco de primera clase y te advierto que tu vida nunca será tan divertida como conmigo, jajaja, es broma.  También sé que a veces te fastidian esos "ultimátums" que doy, como amenzando dejar de hablarte o algo por el estilo.  Sé que pensás que soy un loco, que hace unos meses me odiabas porque a veces estoy en mis lunas.

Pero por supuesto que lo sé.  Sé que espanta mi forma de ser.  Aunque los dos debemos reconocer que soy inevitablemente interesante, un hombre con pasión desbordada, dramatismo exagerado y terquedad de la insoportable.

Jajajaja, hasta sé que odiás cómo me hago la víctima de todo.

Francamente lo que más me asombra es tu capacidad para bajarle revoluciones a las cosas.  Yo soy de los que le corta la emoción a todo; no grito cuando debería estar jubiloso y sé que te pasa un poco lo mismo.

Pero tu capacidad de cortar y asesinar las relaciones es sorprendente; sabés meter al enfriador CUALQUIER relación, por avanzada que esté.

Sonreí, porque me gusta.
Dibujá en el aire tres suspiros, en serio que cada uno te dirá que te amo con toda el alma.

Sé que necesitás emociones diferentes y fuertes para mantenerte interesada (sé que probablemente estás pensando de que "no es cierto").  Y aunque ocasionalmente soy una montaña rusa emocional, jaja, tu inseguridad la amo.  Amo la indecisión de tu corazón, amo tus momentos escasos de sensibilidad y emocionalismo; en serio amo con todas mis fuerzas cuando estás indefensa y la soledad te abraza.  Te amo aún cuando todos te acusan de "pecadora", jaja o de hipócrita o algo por el estilo.


Aquí estoy.  Esperando tu llamada, que no termine el 2010.  Por favor, hacélo por amor a vos misma.

Noticias del blog

Hola a todos y todas.  Les tengo una buena noticia.  Ahora el blog puede ser visto desde el celular!

En realidad siempre se ha podido para quienes tienen celulares que soportan html (o sea, ven en el celular las páginas tal como en la computadora), pero ahora la nueva versión para móviles será más fácil, light y de mejor visualización.

Espero que lo disfruten!!

Segunda canción navideña

Continuando con el asunto navideño, diré otras cosas que pienso.

Uno dicen que científicamente no es posible que Jesús, quien nació en establo, haya visto sus primeras horas de vida en diciembre pues en esa época hay demasiado frío en Belén, de tal suerte que se hace imposible.

Además, la fecha de su muerte (de la cual sí se tiene registro), restando 33 años de vida y nueve meses de estado de gestación, apuntan a septiembre u octubre, pero no diciembre.

En todo caso, el cumpleañero más importante de la historia merece que se le festeje su cumpleaños.  El árbol y el viejo panzón nada tienen qué ver, ya lo he mencionado.

Esta segunda canción de navidad se la mostré a la mujer que ha provocado la mayoría de post de este blog.  Y me dijo que "se chiveaba" (en Guatemala eso quiere decir algo así como cuando alguien se sonroja y le da pena).   No sé si sería cierto.  Aunque la calidad de melcocha que soy me hace pensar que en algún momento de mi extraña vida, este ser humano tan exquisito a ella le resulta interesante.

Acá les dejo:

jueves, 16 de diciembre de 2010

De mis vacaciones del corazón

Sigo sin entender cómo es posible que a pesar de amar a alguien, eso no baste.

Pero como hay cosas que no entendemos y de todas maneras las hacemos (como la matemática y otras cosas que jamás nos servirán en la vida práctica a la gran mayoría de mortales), pues he tratado de dejar de pensar.

He recibido propuestas para abrir mi corazón de nuevo al romance y esas cosas; no sé, como si el mundo estuviera pendiente sólo de ese tema, pero repetiré que estoy de vacaciones.

Estoy en los Cayos de Belice, estoy en Guanacaste, en Cancún y en el Puerto San José.  Ando por Bahamas, acampo cerca del Himalaya.  Fui a esquiar a Argentina, cerca de Bariloche.

Mi corazón está de vacaciones, no de luto.  No he muerto, sólo estoy recorriendo mentalmente mi vida.  Me encuentro reflexionando, tengo tres días de pasar en completo "no hacer nada".  No hago nada, estoy en cama; me levanto a comer cuando siento hambre, respondo correos de gente que pregunta lo mismo de siempre (qué es el amor, cómo enamorar a alguien, cómo olvidar a alguien, son ellos o ellas quienes conquistan), veo televisión, juego Fifa en el Xbox, recibo llamadas de mi papá preguntando si estoy bien, que salga de mi cuarto, que me rasure, que vaya a que me hagan un corte de cabello, leo mensajes de texto (usualmente de la compañía telefónica, con sus promociones raras e invitaciones a suscribirme a cosas que francamente no creo que alguien se suscriba).

Y pensando en todo eso, concluyo en que mi amor se me fue.  No estoy de luto, sólo de vacaciones, completamente feliz, disfrutando como extranjero en este lugar que no sé ni cómo se llama.

Y como cuando uno está de vacaciones, intenta hacer cosas diferentes, eso es lo que hago con él, con mi pequeño corazón.

Francamente he disfrutado este año.  Amé tanto como quise a una mujer; la amé desquiciadamente, me di gusto amándola, dedicándole todo lo mejor de mí; ella no resultó interesada en mí, no sé, quizás soy muy feo, muy raro, muy loco, o como me gusta pensar: soy demasiado perfecto para ella.

Ella no me habla.  Creo que ni siquiera conseguí ser su amigo, y por Dios que lo intenté.  Ni modo, hay cosas que no conseguimos en la vida.  Qué será de mí? no sé.


Estoy de vacaciones, no joder.


En enero, prometido que el segundo día del año, me voy a la playa.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

Mi resaca

Estoy en mi habitación y aún siento la resaca de un amor no correspondido.
Siento náuseas, mareos repentinos y, a ratos, hasta ganas de vomitar. Empero, un trago más de ella me ayudará a sentirme mejor; al menos, mientras logro desintoxicarme de sus sonrisas, sus detalles y mis amores.
Particularmente creo que amar es un don sobrenatural, es un talento con el que uno se desenvuelve mejor en esta vida.

Dejar de amar a alguien no es fácil. Dejar de conquistar a una mujer no es fácil, y no es fácil porque uno tiene la idiota idea de que talvez con la próxima "táctica", ella termine por enamorarse. Al final, aprendemos de que no es porque te haga falta algo o porque tú seas el problema, simplemente no se da y sufre más el que no corresponde, que el que no es correspondido.

Admito, que esta mañana, como ninguna otra, desperté con resaca de ese amor. Deseando decirle "te amo" (porque en verdad la amo como loco), abrazarla; escuchar, ver su sonrisa, decirle algo chistoso, luego algo romántico que la hiciera sonrojar. Cuando menos, me gustaría saber que somos amigos.


P. D. Te amo, no es fácil dejar de hacerlo, tal vez es imposible; sólo que has asesinado mis intereses románticos. Pero te amo.

lunes, 13 de diciembre de 2010

De las navidades pasadas

Particularmente la época navideña la defino más o menos así: es la época de más consumismo del año, donde la gente tiene la sensación de que en su bolsillo hay dinero por bonos especiales, que en realidad sólo es una estrategia para agilizar el mercado.  Hay un señor de barba blanca, obeso, que parece ser quien hace feliz a los niños y no Jesús, quien en teoría, es el celebrado.  Hay un árbol que en nada se relaciona con el nacimiento más importante de la historia.

En todo caso, disfruto el frío que es el clima que abriga a los guatemaltecos en esta época del año; los diversos shows de pirotecnia, la música de las orquestas y las películas que como salvoconducto tienen al "espíritu  navideño" como el milagroso de cualquier cosa.

En todo caso, es dejo esta canción: http://www.goear.com/listen/be93905/christmas-song-whitney-houston

sábado, 11 de diciembre de 2010

De enamorarse, de amar

Este año que está concluyendo ha sido especial de muchas formas para mí.  Como cada vez, de madurar diferentes áreas, de preparación, de crecer.

Pero recurrentemente el tema romántico, del amor, de las relaciones, parece ser lo que mueve al mundo.  El soltero, quiere tener pareja; el que tiene pareja trata de consentirla para que esté feliz; cuando se casan, ambos procuran ser fieles y tratar de no caer en la monotonía que implica el diario vivir.
Al pasar de los años, si la pareja no está, por muerte, por divorcio, se reinicia la cosa.  O si aún está al lado, tratan de que la cosa funcione, que no sea una amistad que los une por los años de convivencia sino un amor de verdad pasional.  Y pienso que si el amor en verdad fuera la pena de todo esto, sería genial.

No es el amor.  Es la apariencia.  Es el deseo de sentirse amados, porque parece que eso nos hace felices.  Es el deseo de tener quién te consienta, quién te conquiste.

Una chica quisiera escuchar "cuando pasas, el olor que dejas en el aire es mi excusa más pura para respirar y continuar viviendo".  Y por supuesto que eso no pasa.  Y particularmente cuando he ensayado decir eso, porque eso siento, resulta que la persona no me cree, se ríe, cree que soy exagerado, como si quisiera imitar un cuento idiota de hadas.

De cierto digo que no es así.  En realidad lo pienso, lo siento.  Cuando exclamo esas cosas, de verdad es lo que vivo.  En serio es lo que me pasa.

La gente cada vez arriesga menos su corazón; cada vez se lanza menos por lo que cree.  La gente ya no expone su corazón, porque podría ser doloroso.  Las personas prefieren tener garantías de amor; o al menos que la relación sea conveniente (no hablo sólo de dinero, digo conveniente pensando en que la familia lo acepte o la acepte; en que sea alguien digna o digno de presumir en las actividades sociales; y por supuesto, también hablo de dinero).
La gente dice amarse por conveniencia, por soledad, por costumbre, por aceptación social.  Por cualquier cosa, menos por aquello que en realidad debe ser: necesitar a la otra persona para vivir; intensificar sus minutos cuando esa gente está y restarle importancia a la vida si eso no pasa.  Amar, no sólo sentir, también decidir hacerlo así.  Las personas ya abandonaron la realidad del amor; ya no importan las cartas, las rosas, los sentimientos valen menos, son machucados diariamente a diestra y siniestra.

A nadie, a ninguno le importa sentir, amar, vivir, respirar.  Nadie quiere escribirle una carta a la chica que pretende, amarla con la vista.  Ahora las personas prefieren "salir" y si la cosa funciona, besarse y no pensar, sólo dejarse llevar para ver a dónde lleva la cosa.  Me dirán anticuado, aburrido, tonto, idealista, soñador, romántico, cursi.

Prefiero continuar amando con cartas; exclamar mi amor de la única forma en que sé: con un te amo.

Prefiero enviarle un mensaje de texto sin alguna excusa razonable; o llamarla sólo para escuchar su voz.

Prefiero decirle aquello que atraviesa mi mente cuando pienso en ella: que es adorablemente imperfecta e increíblemente bella.  Prefiero que mi amor evolucione y madure, pero arriesgarme.  Arriesgar porque sigo creyendo en el amor; en el amor que siento por una mujer.  Una mujer que amé con toda la fuerza de mi alma, con toda mi inteligencia y con todos mis sentimientos; una mujer que consideró que yo no soy la mejor opción para ella; o una mujer que simplemente no logró "sentir" por mí aquello que consideraba necesario para darse una oportunidad de conocerme un poco más, de cerca.

Esa mujer que entrecortó mi respiración, que me hizo temblar sólo por sentirla cerca; esa chica que provocó en mí las ideas más raras que jamás tuve, sólo para expresarle mi amor, y que dudo volver a tener; esa chica que me hizo volverme más necio de lo que ya era.  Yo prefiero eso.  Prefiero decirle: te amo, y arriesgarme a no ser correspondido, que estar con alguien de quien no estoy seguro si amo, que sólo me gusta y que parece ser lo menos malo que conseguí, conformarme con lo que, después de todo, no es tan malo.

Prefiero amar.  Prefiero amar.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Del frío

El frío del corazón, que alimenta las desazones.  El frío del alma, es viento que congela.  Carcome los huesos, corta la sangre, nubla la vista.

Conocí mujeres frías en mi vida.  Supe de que no aman.  Me enteré de que cuando sienten, apagan sus sentimientos por miedo, inseguridad, por falta de certeza.  Por el pavor a salir lastimadas.

En el camino de mi vida, me enteré de que el frío del alma, no hay abrigo que lo acabe.  En mis días, supe que cuando la persona es fría por elección, porque así es su carácter, ya no hay vuelta atrás.

Enamorarse de alguien que carece de la capacidad romántica, es como pretender hacer fogata en Alaska.

Los fríos.  Las alegrías, las personas.

El frío que tiene el rico.  Frío porque él come, y otros mueren porque no se alimentaron.  El frío del médico que se gradúa con honores, aunque hay quienes no aprendieron a leer siquiera.

El frío de mi amor, el corazón de témpano.  La frialdad.

Ser frío no es malo.  Pero para amar hay que sacudirse la frialdad.



Según las autoridades, éste 10 de diciembre es el día más frío del año hasta el momento en Guatemala.  Quizás por eso los corazones también lo son.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Día del 6 de diciembre

Hoy almorcé con un ser humano al que francamente considero muy especial.  No tanto, ni solamente especial conmigo, sino que sé con convicción de que su alma y su espíritu (sin querer sonar a delirio) es diferente al resto de la gente.

Algunos le dicen "suerte", yo no creo que ella tenga buena suerte; más bien me parece que, en el tablero de ajedrez que parece ser la vida, ella tiene una fichita, un "made in" en la espalda que indica que su origen es diferente al del resto.  Y su destino también.

Pero no quiero hablar tanto de ella, como lo que sucedió después.

Nos despedimos en la esquina de donde ella trabaja, luego de haber comido una carne con salsa de champiñones, algo que parecía acelga gratinada, tortillas enormes y un fresco que no me gustó del todo (ni recuerdo de qué era, tamarindo quizás).

Caminé sobre la sexta avenida, en las primeras calles de la zona 1 del Centro Histórico de Guatemala.  Pasé por Casa Presidencial, antes pasé por un parque.  Enfrente de ese parque está un colectivo llamado Caja Lúdica, donde por cierto, vi que había una rana gigante colgada del balcón (sí, una rana gigante, no sé de qué está hecha, se mira creativa).  Pasé por el Parque Central, escuché y vi que en la Concha Acústica había un concierto de marimba, pasé por el Paseo de la Sexta (una avenida recién remodelada que básicamente es peatonal y comercial, sólo pasará el Transmetro), sobre la novena avenida, caminé (amo caminar, mis pensamientos se aclaran), y me dirigí a la novena calle.

Caminé toda esa calle y justo entonces, en ese preciso instante, fue cuando reaccioné de lo que había vivido hacía unas horas.  Primero, pasé a la Asociación de Periodistas de Guatemala, con la intención de inscribirme, me dieron una hoja con requisitos (que me costó Q 5.00, no sé por qué), luego almorcé con un ser humano extraordinario como ya lo he dicho; ella es interesante, curiosa y no sé por qué me divierte, es inevitablemente divertida, pero cuando pienso en "diversión" no lo hago de la forma común y corriente.  Es simplemente un verdadero placer estar a su lado.  No se trata meramente de un asunto romántico, es un tema sencillamente de pureza.  Sonará curioso eso de "pureza", pero es que no sé con precisión por qué detecto eso en ella.

Sé, porque es demasiado notable al leer sus ojos (los ojos son la ventana del alma y cuando uno es comunicador, particularmente periodista y ha entrevistado a cientos de personas, especialmente en el tema de investigación, donde trabajé algún tiempo, eso es más obvio) que hay algo que la detuvo en su vida; hubo una cosa que le hizo perder la fe, no hablo solamente de Dios, hablo de la fe en ella misma, en el futuro que siempre soñó.  Y cuando eso pasa, uno empieza a reconsiderar aquellas cosas que soñaba de chico.  Uno considera que después de todo, cualquier cosa que venga está bien, siempre y cuando alcance para pagar facturas.

Pero todo eso yo no lo sé ni ella me lo ha dicho; a lo mejor estoy brutalmente equivocado.  No sería raro, yo me equivoco constantemente.

Me hizo feliz.  Me hizo la semana.

Hace unos días me envió un mensaje, que respondía a algo que le pregunté, diciendo "uno es libre de que le guste quien quiera".  Y me fascinó.  Es que, aunque ella es un tanto distraída y aunque es de las chicas que necesitan emociones fuertes (porque se aburre rápido) y que uno sea cambiante, es un encanto.

Tiene miedo de cualquier cosa que implique relacionarse de forma más allá de lo superficial con los hombres; algo que implique compromiso y prefiere simplemente "vivir la vida".  No la culpo.

Uno prefiere sólo vivir, no exponer el corazón porque cuando uno lo expone, sale lastimado.

Y casi podría apostar de que si leyera esto, no le gustará la idea.


Post data.  Te aseguro que nadie importante para vos leerá esto.  Gracias por las tres sonrisas, me las cobré.  Sos un alma bonita.

domingo, 5 de diciembre de 2010

Fábulas

Le parecí interesante, según me dijo su mejor amiga.

Quizás por la forma en que la veía, tan serio.  O tal vez por la cara de loco que tengo, especialmente porque frecuentemente olvido peinarme, lo considero algo arbitrario.

La verdad ella no me interesaba lo suficiente como para arriesgarme; sólo me gustaba, era de esas mujeres con las que quieres tomar una copa, sonreír, quizás besarla y algo más, pero no más.  No la quería para mí.

Tampoco es que quisiera aprovecharme de ella, porque ella era de las que busca hombres "casuales".  Pero por favor, ninguno se altere, eso de "casuales" no hablo de sexo libre y sin compromiso.  Hablo de desestrés, sin subestimar ni volver un objeto a nadie, claro está.  Ambos buscamos diversión, un rato agradable y nos gustamos.  Eso es todo.

Le parecí interesante pero eso no bastaba para mí.  Yo quería, no sé por qué, que me necesitara.  Todo empezó como algo casual, una noche de copas, sin compromiso, sin que nadie preguntara "te amo" ni esas cosas que arruinan todo.

Pero deseé profundamente ser el último hombre en su vida.

Al principio consideré que ella se podría hacer ilusiones conmigo.  Luego, a decir de su amiga, era yo el que debía cuidarme de no dañar mi corazón.

Y nada.  Estoy esperando que algo pase entre nosotros.